Eso sí, en los que la dejan porque, ya que en Huelva capital sigue estando prohibido hacer conciertos en ellos: “Las actuaciones ahora mismo sólo podemos hacerlas en los pueblos. Que no se pueda cantar en Huelva nos afecta de lleno a la gente que estamos haciendo un flamenco más comercial, más light. Era una buena forma de acercar el flamenco a los jóvenes, y ahora es un poco más difícil”. María José Martos, su profesora en la Peña Femenina y, en ocasiones, Manuel Rodríguez, la acompañan en sus actuaciones en las que Anita Bernal va construyendo su deseo de seguir creciendo: “Quiero que la gente me vea como auténtica. Intento plasmar mi personalidad en todo momento, transmitir. No quiero que se me encasille en que imito a nadie, sino que trabajo para tener mi propio estilo”. Actualmente trabaja en la edición de una maqueta, “un paso importante” para hacerse oir, para que su voz siga ganando terreno y para reivindicarse como una soñadora flamenca consciente del esfuerzo, pero con su meta bien identificada.
Próximas actuaciones en la capital onubense
Mañana la voz de Anita Bernal amenizará un gala benéfica en Aqualón, y el próximo 29 de marzo cantará saetas en un acto organizado por la Hermandad de la Salud.
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