Alumnos de Arocha piden un sistema de calefacción

La Ampa recuerda el compromiso de que el centro estuviera apto para el inicio del curso

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Los alumnos del Maestro Antonio Arocha, colegio reconvertido este curso en instituto de Secundaria, protagonizaron ayer una manifestación en señal de protesta por no disponer de un sistema de calefacción. Con lemas como “tenemos frío, calefacción ya” o “somos niños, no pingüinos”, los estudiantes, acompañados por sus padres, expresaban su malestar, sobre todo ante las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días.
Según denuncian desde la asociación de madres y padres del centro, la Delegación Provincial de Educación se comprometió a tener este sistema en funcionamiento después de las vacaciones de Navidad. Al mismo tiempo, lamentan no poder utilizar los aparatos de calefacción tradicionales “porque la instalación eléctrica sigue siendo la misma de hace 30 años”, con lo cual no resiste la potencia de varios enchufados a la vez. El centro se está sometiendo a obras de mejora para adaptarse a su nuevo uso como centro de Secundaria. Debido a ello, los padres lamentan que aún queden puertas sin cristales, lo que supone que se creen corrientes.
Las consecuencias, según la presidenta de la Ampa, Susana Núñez, es que “con la ola de frío que estamos padeciendo, los niños están congelados en las aulas, con las chaquetas y guantes puestos”. En este sentido, recuerda que “Educación se comprometió con nosotros a que el centro estaría en las condiciones adecuadas cuando los niños entraran, y eso incluía también la calefacción”.
No les convence la respuesta que han recibido, pues les han dado un plazo de un mes para la puesta en funcionamiento de la caldera. Al parecer, según fuentes de la Delegación, el ingeniero responsable de la empresa de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) Andalucía ha dado cuentas al director del centro de la necesidad de instalar un mayor número de radiadores y de incrementar la potencia de la caldera para que el calor llegue a todos los rincones del centro, por lo que Educación entiende que “las soluciones están en marcha”.
Sin embargo, la Ampa solicita que se acorte el plazo dado, pues entienden que “cuando pase un mes no necesitaremos la caldera”. Por ello, han decidido convocar una huelga indefinida hasta que se les dé una solución rápida.
Con todo, desde la Delegación Provincial se recuerda que el Maestro Antonio Arocha ha permanecido 35 años sin calefacción alguna, ya que los radiadores del centro nunca llegaron a entrar en funcionamiento, y que ha sido ahora, coincidiendo con las obras de adaptación del centro, cuando se ha dado órdenes para esta dotación.
Los padres rechazan este argumento, sobre todo los procedentes de Jédula o Algar, donde sus hijos sí disponían de algún tipo de calefacción. “No entendemos como el delegado de Educación trata de convencernos de que la educación y la calidad en la enseñanza de nuestros hijos iba a mejorar si venían a Arcos, cuando se encuentran en unas instalaciones deficitarias”, lamenta un padre de Algar.
Además, la Ampa denuncia la situación en que se encuentran las pistas deportivas, el barro que se forma cuando llueve o que los escolares no dispongan de un refugio para la entrada o salida del autobús cuando llueve.
Al respecto, la Delegación Provincial de Educación que dirige Manuel Brenes asegura que ahora ha sido el momento apropiado para dotar de calefacción al instituto, al entender que las obras de adaptación aún no se han cerrado, y que están merced a las necesidades que se van requiriendo y observando sobre la marcha.

“En vías de solución”
Aseguran que el asunto está en vías de solución, al igual que en el CEIP Santiago Guillén de Alcalá del Valle donde, según explican, existe un problema de suministro con el distribuidor local de luz, que ha instalado un limitador.
Así las cosas, hacen una llamada a los padres de alumnos de ambos centros de la comarca para que, “con la seguridad de que esos problemas van a ser subsanados”, permitan el normal desarrollo de las clases y, por tanto, el ejercicio del derecho a la educación. “¿Qué sentido tienen estas protestas cuando, como se ha visto y en ambos casos, ya se están arreglando?”, se preguntan.

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