Cientos de personas han acudido en la tarde de este sábado a despedir en Chiclana de la Frontera (Cádiz) a Pedro Manuel Salado, el misionero originario de dicha localidad gaditana fallecido el pasado domingo en Ecuador tras salvar la vida a siete niños que habían sido arrastrados por el mar en una playa cercana a la localidad de Quinindé.
El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín (PP), ha indicado a Europa Press que la Iglesia Mayor del municipio estaba "absolutamente llena" a las 16,30 horas de este sábado, hora en la que comenzaba la misa por este misionero de 43 años.
"El pueblo se ha volcado con este señor que se ha comportado como un auténtico héroe, algo muy difícil de ver en una sociedad carente de valores en la que hacen falta personas como Pedro Manuel", ha manifestado el primer edil. Posteriormente, la familia y la congregación han llevado a cabo el sepelio en un acto "más privado e íntimo".
La localidad gaditana ha amanecido esta mañana con la bandera izada a media asta en su segundo día de luto por el fallecimiento de este vecino, perteneciente a la congregación del Hogar de Nazaret. Asimismo, el alcalde ha expresado su confianza en que no haya "ningún impedimento" para conceder la medalla de oro de la ciudad a Pedro Manuel Salado, una condecoración "más que merecida para alguien que ha muerto por salvar a siete niños".
El fallecimiento tuvo lugar el domingo 5 de febrero, cuando siete niños acogidos en la escuela Sagrada Familia de Nazaret, en la que estaba destinado Salado, fueron empujados por las olas mientras se bañaban en la playa. El misionero se lanzó al mar y les rescató, pero murió tras dejar en la orilla a los dos últimos.