Las pistas polideportivas se construyeron con la intención de dotar a esta zona de unas instalaciones donde poder practicar deportes como el pádel o el fútbol 7. Sin embargo, desde hace algo más de un año las pistas se han convertido en residencia para “vándalos y drogadictos”. Los vecinos han denunciando que las instalaciones, de propiedad municipal, han sido abandonadas y que este abandono ha supuesto dejarla “en manos de quienes las están destruyendo”. La presidenta de la asociación de vecinos del Sector 10, Emi Rosa, ha denunciado la falta de interés municipal hasta ahora, ya que, según ella, “en varias ocasiones hemos intentado contactar con algún responsable para concretar una reunión por la tarde y solo nos han dado cita por la mañana, cuando los miembros de la Junta Directiva no pueden acudir”.
Los vecinos se muestran dispuestos a colaborar en las labores de limpieza de las pistas, sin embargo, demandan una reunión con la edil de Deportes, Felisa Rosado, para que desde el equipo de Gobierno se le dé una solución al problema. Para los vecinos solo hay tres salidas: más presencia policial y la remodelación del polideportivo o que se hiciese cargo de las instalaciones una empresa privada.
Destrozos
La presidenta de la asociación lamenta que las instalaciones “no se están usando para lo que se crearon y ahora solo sirven para dar cobijo a vándalos”.
Los vecinos denuncian que han sido testigos de cómo se ha prendido fuego en varias ocasiones a los baños, se ha levantado el césped artificial de las pistas de fútbol 7 y de cómo las instalaciones se están convirtiendo en un basurero que “ya se está empezando a derrumbar y que es un serio peligro para todos”.
Por su parte, Felisa Rosado ha reconocido la existencia del problema y que hoy mismo programará una reunión con los vecinos para buscar una salida a una situación más de las heredadas en su llegada al Gobierno municipal.
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