Con todo, y como ha podido saber este medio a través de fuentes solventes de la propia hermandad, esta decisión, que se tomó prácticamente con unanimidad, pues contó tan sólo con tres abstenciones, tiene que ir al Obispado, que será la autoridad que decida o no su aprobación. En caso de que el Obispado dé su visto bueno, la Hermandad del Resucitado ya tendrá potestad para indicar la suspensión de la salida.
Las razones para que esta salida procesional se haya tenido que poner en cuestión son las económicas, pues, como ocurre en otros muchos colectivos, la crisis económica y la falta de sustento económico hace imposible que se pueda desarrollar el desembolso que supone sacar a la calle a la titular, un gasto en flores, adornos, puesta a punto del paso, etc.
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