“Afea el paseo, estorba el paso de viandantes a pie y mucho más si lo hacen en silla de niños o de discapacitados, ya que la acera, en ese punto, queda estrecha por la presencia de un árbol y acumula suciedad en él y en sus alrededores”. Es parte de un escrito remitido a la web La Huelva Cateta, del que se ha hecho eco Viva Huelva tras recibir varios correos electrónicos reclamando información sobre por qué, si no se usa, ese quiosco sigue en pie.
Pues según la información dada a este periódico por fuentes del Ayuntamiento de Huelva, el quiosco sigue ahí porque no se puede hacer otra cosa. Las citadas fuentes describieron a este periódico que desde la concejalía de infraestructuras se abrió un expediente para proceder al derribo de la instalación, y liberar el espacio. Cuando esto se le comunicó a la concesionaria de este negocio cerrado, la alegación bloqueó el proceso de derribo. Al parecer, la dueña del quiosco justificó mediante escrito que el espacio estaba cerrado debido a que está enferma, pero que este quiosco es su único medio de subsistencia, por lo que solicitó que no se derribara para poder retomar la actividad en cuanto la salud así se lo permitiera. Según el Ayuntamiento, esta causa es justificada para paralizar el expediente de derribo, razón por la cual el quiosco sigue a la espera de que su dueña mejore, pueda reabrir y retomar su uso.
Mientras, con su toldo puesto, sigue cerrado, sin más utilidad, que no es poca, que la de anunciar clases particulares, pisos en alquiler o personas que ofrecen sus servicios laborales.
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