Entre los usuarios destacan dos grandes grupos, de un lado las familias que acuden o bien el día del espectador (miércoles) o los fines de semana. Este grupo de “cinéfilos” suelen optar por las películas de dibujos animados y casi siempre acuden en horario de tarde. Se han convertido en los principales consumidores de las salas portuenses ya que no son pocos los padres que llevan a sus hijos a “pasar una tarde entretenida viendo una película divertida y disfrutando de un rato en familia”. Además de las películas estos usuarios suelen comprar palomitas, bebidas y golosinas, por lo que suponen un buen impulso para los gestores del cine de la ciudad.
El otro gran grupo de usuarios de cine son los adolescentes, no es raro que muchos fines de semana grupos de adolescentes queden a primera hora de la noche en Bahía Mar para cenar con los amigos y, más tarde, acudir a ver una película. Estos suelen preferir películas de miedo o de humor, casi siempre cine extranjero. Es por todo ello por lo que la actividad en el cine portuense sigue ‘viento en popa’ a pesar de la competencia.
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