Los hechos se sitúan en la calle Antares. África Guerrero, de 72 años, caminaba por dicha zona hasta que se fue al suelo por culpa de las malas condiciones del acerado. “Ha sido una caída casi mortal”, cuenta la afectada, que está recuperándose todavía de las secuelas que le ha dejado el gran golpe que se llevó.
Su hija, que vive en Ceuta, ha tenido que trasladarse hasta Jerez para atenderla durante su convalecencia. La afectada ya ha cursado denuncia solicitando daños y perjuicios.
La acera de la calle Antares es bastante estrecha. A esto se le suma que hay algunas ramas de los vecinos que salen al exterior. Pero el peligro parte del suelo, que levantado por las jacarandas es un auténtico camino de bombas. “Hay que andar con muchísimo cuidado porque es muy peligroso”, relata África, que no ha sido la primera en irse al suelo ya que con anterioridad han sido varios los vecinos que se han encontrado con el mismo problema. Uno de ellos incluso se partió la clavícula.
En la reunión que mantuvo Palos Blancos con Antonio Saldaña, concejal de Urbanismo, el presidente de dicha asociación, Jesús Palomo, informó de los puntos peligrosos, donde se encontraba la calle Antares. Desde el Ayuntamiento respondieron y, de hecho, ya se ha arreglado la calle Polar y ahora están con las obras en la calle Menta. La siguiente era Antares, pero no se ha llegado a tiempo para evitar lo que pudo ser una desgracia.
“Yo me encuentro fatal. Estoy hecha polvo. Hasta que no haya una tragedia parece que no van a hacer caso y no van a terminar de arreglar la calle. Me he quedado imposibilitada tras la caída y el desbarajuste es tremendo”, destaca África Guerrero.
Ahora espera que al menos atiendan su demanda. En los casos anteriores no ha habido respuesta.
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