Durante la pasada campaña electoral, las diferencias que se pusieron más en evidencia fueron las de la agrupación local de Jerez, encabezada por Pilar Sánchez, con la ejecutiva provincial y, en especial, con su secretario provincial, Francisco González Cabaña.
No obstante, aunque sin ser tan visible, Cabaña tuvo también a otro sector del partido enfrentado, al liderado por José Luis Blanco y Juan Cornejo, al que se incorporó entonces y parece que ya de forma clara y sin disimulos, la secretaria general de Jerez, Pilar Sánchez.
Los resultados de las elecciones municipales, pésimos, peores imposibles a juicio de la mayoría de la militancia y el verano de por medio, dejó en suspenso la guerra interna que ahora, con una nueva convocatoria electoral en puertas, vuelve a los despachos, diseñando estrategias para perjudicar al adversario, que no es el Partido Popular, precisamente.
En este contexto, cabe señalar lo sucedido en la última asamblea celebrada en Jerez el pasado sábado, en la que la propuesta de candidatos para ir a las elecciones al Congreso y Senado colocó arriba del todo a Juan Cornejo, dejó al ex presidente andaluz Manuel Chaves en el octavo lugar y llevó al secretario provincial González Cabaña al puesto dieciocho de veintisiete.
Explicación crítica
Para entender estos resultados en Jerez, y por añadidura los que se dieron en otros municipios igualmente sorprendentes, hay que saber detalles que cuentan militantes jerezanos de cómo fue el proceso hasta llegar a la confección de esa propuesta.
La decisión de convocar la asamblea se adoptó el lunes 12 por la noche por la ejecutiva local jerezana y las cartas convocando a la misma se enviaron el martes. Teniendo en cuenta que la asamblea fue el sábado, sostienen algunos militantes, a muchos puede que no les llegase la convocatoria. Esa, desde luego, puede ser una de las explicaciones que encuentre el hecho de que solo asistieran un centenar (106, en concreto) de los 575 militantes que podrían hacerlo y que una gran mayoría de ellos perteneciese a lo que en Jerez se entiende como ‘pilarismo’ que, traducido a la provincia y dados los ‘pactos’ no escritos que parece haber cabe referirse a ellos como ‘blanquistas’, nombre con el que se conoce al sector que apoya a Blanco.
Para las fuentes del partido consultadas, se trató de una maniobra perfectamente orquestada para que en Jerez los resultados de la asamblea fuesen muy parecidos a los de otras agrupaciones en las que las fuerzas contra Cabaña están unidas.
En cualquier caso, se trata de una maniobra de imagen que busca el desprestigio del aparato oficial del Partido Socialista pero con poca efectividad real a la hora de influir sobre las futuras candidaturas, ya que la decisión definitiva está sobre otros órganos superiores del partido que nada tienen que ver con las asambleas de las agrupaciones locales, cuyos puntos de vista, por muy polémicos que sean o muy en la corriente oficialista no son vinculantes a la hora de tomar una decisión sobre la candidatura definitiva.
Los comités provinciales son los que tienen la última palabra en las listas
La celebración de asambleas de las agrupaciones locales para proponer nombres a incluir en la candidatura al Congreso y al Senado ha sido una ilusión óptica de democracia interna en el PSOE, ya que la última palabra respecto a quienes figurarán en la candidatura es, a nivel de la provincia, del comité provincial, un órgano en el que en Cádiz participan más de 300 militantes. Lo demás, son consultas que tienen solo un valor simbólico ya que para nada son concluyentes y menos vinculantes para el partido.
Además, en algunos casos como en Jerez, se dejó la posibilidad de que cada cual propusiese los nombres que quisiese y, lo que resultó más llamativo, se permitió que se votase a los elegidos sin límite alguno, de modo que siendo solo nueve las personas que figurarán en la candidatura, se confeccionó una lista en la que hay 27 nombres, una situación absurda que no tiene explicación alguna.
Para valorar lo sucedido, también es necesario saber que la ejecutiva provincial hizo una primera propuesta -verbal, nada por escrito- a las ejecutivas locales que la encabezaba Manuel Chaves, Cabaña era el número dos y Mamen Sánchez era la tercera. Y las ejecutivas locales hicieron a la militancia la suya propia.
El comité de campaña de Jerez, otro motivo para la disputa interna local
La disputa interna de los socialistas jerezanos vivió la noche del lunes un nuevo episodio en el proceso de elección del comité de campaña que ha de dirigir al partido para las elecciones del próximo 20 de noviembre. En el periodo de consultas de la semana pasada hubo militantes como Antonio Fernández Ortega que plantearon la necesidad de era necesario en él personas con tiempo para dedicarlo a trabajar. Del mismo modo que, teniendo en cuenta que son elecciones generales, era conveniente para descargar de posibles ‘intoxicaciones’ de la política local que personas como la secretaria general, Pilar Sánchez, no estuvieran en la primera línea de esta batalla. De este modo, Antonio Fernández planteó que no era conveniente que Pilar Sánchez fuera la coordinadora del comité y que Francisco Lebrero fuera el vicecoordinador del mismo. Además, de esta manera se impedía la mala imagen que puede suponer para el partido que alguno de los dos, imputados por el juzgado en el caso PTA, pudiese tener que acudir a declarar en este periodo, cuestión que expresó a título absolutamente personal. Dado que la propuesta no ha variado, Antonio Fernández, pese a haber sido incluido en el referido comité, ha decidido no estar en él.
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