?Que las negruras de la breve tormenta brille sobre el cielo el arco iris de la sosegada paz?
ixto de la Calle, fundador y primer presidente del Xerez, ha enviado una carta al presidente del Xerez, Antonio Millán, y al presidente de la Fundación, Juan Carlos González, en el sentido de que se aplazase, si fuese necesario, la cena homenaje que el próximo día 23 le va a dedicar la Fundación en el Hotel Sherry Park. El acto se va a llevar a cabo. Por la importancia de la misiva del primer presidente xerecista, en estos momentos de inestabilidad institucional, la reproducimos íntegramente en su totalidad.
La carta es ésta:
“Queridos amigos:
Permitidme que, antes de expresaros cuanto quiero deciros en la presente carta, entone un himno de acción de gracias al Señor y a la Santísima Virgen que a mis noventa y cuatro años me regalan una inteligencia clara y una pluma y una palabra obedientes a la voluntad y que me permiten. por consiguiente. seguir sirviendo a una causa justa, como procuré hacer siempre en el ejercito de la noble profesión de la abogacía que sigo ejerciendo después de setenta y un años de actividad profesional.
Antes de que se reúna el anunciado Consejo de Administración del X.C. Deportivo os escribo estas líneas con el corazón rebosante de gratitud a Vds. para que quede testimonio de mi leal pensamiento, y para vuestra personal satisfacción.
En seguida quiero suplicaros que decidáis suspender el proyectado homenaje que muy por encima de mis pobres méritos, -si es que tengo alguno-, habíais organizado para ofrecérmelo el próximo día 23, porque dadas las actuales circunstancias me produciría enorme desconsuelo que ese amable proyecto pudiera ser motivo de disgustos para Vds. tan excelentes amigos míos, o de diferencias entre los que forman parte del mencionado Órgano de gobierno de mi queridísimo X.C. Deportivo.
Y en el cauce de mi permanente actitud personal y profesional de defender causas justas, me agrada dejar constancia de que estoy a vuestro lado con la admirable y leal Federación de Peñas Xerecistas, con mi compañero el ilustre abogado D. Javier Tebas, con el unánime aplauso de toda la afición jerezana que proclama y ovaciona vuestra nobilísima y espléndida gestión al frente del X.C. Deportivo y de la Fundación que lleva tan gran nombre. Ambos habéis conseguido grandes éxitos en la vertiente deportiva y estructural del Club, y estáis ya a punto de cosechar otros grandes triunfos.
La inteligente y veterana masa de aficionados y seguidores del X.C. Deportivo, aprueba con nota máxima vuestro buen hacer. La discrepancia parcial, o la crítica respetuosa de algunos miembros del Consejo de Administración de la Sociedad Deportiva en algún tema puntual, no debe de ninguna manera influir en vuestro buen ánimo ni en vuestras decisiones y mucho menos cuando según tengo entendido la mayoría del accionariado de la Entidad reconoce públicamente la excelencia de vuestro trabajo, de vuestras conquistas como dignos representantes del Club y de la Fundación y os abraza largamente con general agradecimiento.
Yo, queridos, amigos, viejo primer presidente del X.C. Deportivo, y el más humilde de sus actuales seguidores también os abrazo largamente, os felicito con sincero corazón y a esta felicitación, pienso que se une desde el Cielo la primera presidenta de nuestro querido Club que hasta muy pocos días antes de que su alma blanca subiera a la Casa del Padre, ascendía con sublime esfuerzo las empinadas escaleras del palco presidencia y agitaba en los momentos del éxito clamoroso del equipo, con garbo y rebosante alegría de su bufanda blanca y azul del X.C. Deportivo. Ella sí que se merece el homenaje y el cariñoso recuerdo de toda la afición jerezana.
Finalmente quiero deciros que si estas palabras pueden contribuir a que sobre el horizonte de nuestro X.C. Deportivo, alejadas las negruras de una breve tormenta, brille sobre los cielos el Arco iris de la sosegada paz y de la amistad de todos, sentiré una gran satisfacción y para ello si estimáis oportuno publicarla, en vuestras manos está.
A mi edad, desaparecido cualquier deseo de poder, que está sustituido por el noble afán de que me quieran todos os envío a ambos, rebosante de admiración de gratitud y de cariño un largo abrazo”.