En la misma disciplina, Manuel Olmedo garantizó representación española en la final, algo que no hubo en el Mundial anterior, y sueña con una final semejante a la carrera en la que hoy obtuvo el cuarto puesto en la penúltima ronda.
La final femenina de 1.500 siguió en Daegu un guión parecido al de la europea de Barcelona 2010, en la que Natalia también llego tercera. Aquella carrera se le pasó ayer por la cabeza en pleno esfuerzo, cuando observó en el videomarcador que, en la recta de meta, se le echaban encima rivales que no habían gastado nada hasta entonces.
Maryam Jamal, la atleta bahrainí heredera de la medalla de oro que perdió la española en Berlín, puso a trabajar a su compatriota Belete pero no sacó provecho porque no aguantó el cambio de Natalia Rodríguez al penetrar en el último giro y se descolgó hasta el último puesto.
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