Según los datos que recoge el último anuario del Ministerio del Interior, en 2010 en España se apostaron 15.583,52 millones de euros a esos juegos, de los que más de 9.700 se concentraron en las comunidades mencionadas.
Los madrileños son los más jugadores, con una inversión de más de 3.000 millones, de los que dos tercios se emplearon en las máquinas tragaperras, mientras que 490 se jugaron en bingos y 402, en los casinos.
En Cataluña se gastaron más de 2.636 millones, de los que 1.769 fueron a parar a las tragaperras, 470 a los casinos y 396, a los bingos.
Los andaluces se dejaron 2.079 millones en estos juegos de azar, mayoritariamente en las máquinas, con 1.530 millones, mientras que los valencianos destinaron 2.005 millones, la mayoría también a las máquinas.
Únicamente Castilla-La Mancha y Navarra no cuentan con casinos en sus territorios, por lo que no obtuvieron ingreso alguno por las mesas de juego que, en cambio, le han supuesto a los catalanes más de 470 millones y a los madrileños, 402.
El bingo es también muy popular en Madrid, con una recaudación de más de 490 millones de euros, seguido de la Comunidad Valenciana (398) y Cataluña (396).
La Rioja, Navarra y Cantabria son las comunidades menos jugadoras, con saldos de 127, 144 y 181 millones de euros, respectivamente.
La crisis parece que también ha hecho mella en los juegos, ya que ha habido un descenso en las cantidades jugadas, al pasar de los 18.285 millones de euros en 2009 a los 15.883 actuales, lo que supone un descenso del 13,13 por ciento.
Esta reducción ha sido aún más acusada en las máquinas tragaperras, donde ha bajado un 15,16 por ciento, frente a los recortes en bingos (-8,28) y de los casinos (-6,71) respecto a las cifras de 2009.
Andalucía se gastó un total de 195,41 millones de euros en casinos, 354,23 millones en bingos y 1.530,11 en máquinas tragaperras, lo que suma un total de 2.079,75 millones.
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