De forma paralela, tal y como destaca el delegado municipal de Agricultura y Pesca, Rafael Louzao, quien ha acompañado a Información en una visita a las nuevas instalaciones, “esto garantiza que en la lonja de Sanlúcar ya no se venden inmaduros”.
De hecho, junto a las precarias condiciones sanitarias que presentaba la anterior lonja, la eliminación de cualquier tipo de fraude, tanto desde el punto de vista de la venta de mercancía que incumplía las tallas mínimas, como la salida de producto de la lonja cuya actividad económica no se registraba y, por tanto, no tributaba, eran dos de los objetivos que perseguía la Junta de Andalucía.
INSPECCIONES
La tranquilidad también ha llegado a la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, responsable legal de las incautaciones de inmaduros que se llevaban a cabo. “Ahora sabemos que eso se acabó”, apunta Rodríguez. “Todo lo que entra en la subasta y sale de la lonja cumple las tallas mínimas, ya que los responsables de la subasta son los que se encargan de verificar si las distintas especies que salen a la venta cumplen las tallas mínimas y, en el caso de que exista una mercancía que no las cumple, se paraliza”, explica el responsable de la Cofradía sanluqueña.
Uno de los inspectores de la Guardia Civil que acude a la subasta de ayer corrobora las palabras de Louzao y el vicepatrón de los armadores. “Esto no tiene ni punto de comparación con lo que era”, señala, “ahora lo que tenéis que hacer es vender lo bien que se está trabajando en Sanlúcar y la calidad de todos los productos que salen de aquí”. En los últimos días, la labor de la Guardia Civil ha sido prácticamente presencial, apuntan desde la lonja sanluqueña, aunque aún quedan aspectos a perfilar de cara a la puesta en marcha al 100% de la nueva lonja.
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