Según ha informado la Subdelegación en una nota, cuatro ayuntamientos de la provincia se adhirieron a la campaña, cuyos policías locales han realizado un total de 309 pruebas, con el resultado de tres positivos.
Aumento del tiempo de reacción, problemas de visión, incremento de la somnolencia, pérdida de control, excitabilidad o problemas de coordinación son sólo algunos de los efectos que provoca la ingesta de alcohol en la conducción, llegando a multiplicar por nueve el riesgo de accidente.
Por este motivo y teniendo en cuenta que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales, Tráfico llevó a cabo una nueva campaña de concienciación y vigilancia de alcohol en la conducción del 11 al 17 de julio, en una época del año en el que el binomio ocio y alcohol está presente en numerosos momentos del día.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Huelva intensificaron los controles, sobre este factor de riesgo de accidente, estableciendo puntos de control con el objetivo de realizar controles diarios de alcoholemia a los conductores que circulasen por carreteras de ámbito DGT.
En este sentido, se ha invitado a participar en la campaña a los Ayuntamientos de la provincia y sólo se han adherido Punta Umbría, Cartaya, La Palma del Condado y Beas.
Como complemento a los controles que se han llevado a cabo los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y las Policías Locales de los Ayuntamientos que se han adherido, se puso en marcha una campaña informativa en los medios de comunicación (televisión, radio y on line) en la que la Dirección General de Tráfico agradece a todas las personas que han evitado que alguien que ha bebido conduzca, gratitud que se hace extensible también a los conductores que cuando han bebido no se han puesto al volante.
PRECAUCIÓN AL PEATÓN
Pero no solo los conductores tienen riesgo de sufrir un accidente si conducen habiendo ingerido alcohol, los peatones, como los usuarios más débiles de la vía también, tienen que estar en pleno uso de sus facultades físicas y mentales para transitar por la vía sin correr peligro.
Según datos del Informe Nacional de Toxicología del año 2010, de los 211 peatones analizados, el 24,17 por ciento presentaban tasas superiores al 0,3 g7l de alcohol. Menor percepción o percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión y mayor asunción de riesgos, son algunas de las consecuencias que se derivan de la ingesta de alcohol, aumentando la posibilidad de sufrir un atropello.
CAMBIO DE COMPORTAMIENTO
En 2010, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó 4,5 millones de pruebas en controles preventivos de alcoholemia, resultando positivas 81.3390, un 1,8 por ciento, un porcentaje de positivos que continua descendiendo gracias al cambio de comportamiento de los ciudadanos y a las medidas puestas en marcha para tratar de retirar a los conductores ebrios de la carretera.
A pesar de este cambio de comportamiento, desde la entrada en vigor de la reforma del Código Penal (diciembre de 2007) referente a los excesos de alcohol, 50.101 personas hayan sido detenidas por conducir con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro, lo que supone que dos de cada tres delitos contra la seguridad vial están relacionados con el alcohol.
LEY DE SEGURIDAD VIAL
En el artículo 65 de la Ley se tipifica como infracción muy grave la conducción de vehículos habiendo ingerido bebidas alcohólicas con tasas superiores a las permitidas y, en todo caso, la conducción bajo los efectos de estupefacientes, psicotrópicos y cualquier otra sustancia de efectos análogos.
También se tipifica como infracción muy grave incumplir la obligación, que todos los conductores tienen, de someterse a las pruebas de detección alcohólica. Para estas infracciones muy graves la Ley prevé la sanción de multa de 500 euros y la retirada de puntos correspondiente, según la tasa.
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