Sevilla es una ciudad donde proliferan gran cantidad de testimonios de sucesos inexplicables. Uno de estos lugares es la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), ubicada en la calle Pascual de Gayangos, un enclave que ha sido escenario de diversas experiencias que escapan a toda explicación lógica.
Un edificio con historia y misterios
El actual edificio de la ESAD tiene su origen en el siglo XVIII, cuando Pablo de Olavide impulsó la creación de una escuela dedicada a la formación en arte dramático y danza. No obstante, antes de adquirir su función académica, el inmueble tuvo un uso religioso vinculado a la orden del Carmen. Algunos creen que este pasado eclesiástico podría estar relacionado con los fenómenos extraños que hoy se reportan en su interior.
Testimonios inquietantes
Exalumnos, personal del centro y trabajadores han relatado episodios inquietantes en la ESAD. Uno de los testimonios más llamativos es el de un trabajador encargado de tomar la temperatura en la entrada durante la pandemia de COVID-19. Según su relato, en una ocasión, una joven con vestimenta antigua se acercó a él. Intentó medir su temperatura, pero la lectura resultó inválida, como si la persona no tuviera calor corporal. Cuando volvió a levantar la vista, la joven había desaparecido.
Otros testigos afirman haber visto una figura femenina en la zona de los aseos y el torreón donde se almacenan vestuarios y atrezzo. Durante la noche, mientras se realizan ensayos hasta la hora de cierre, son frecuentes los golpes, susurros y descensos abruptos de temperatura. Además, hay ventanas que se abren solas sin explicación aparente, y luces que se encienden y apagan sin causa identificable.
Daniel, exalumno del centro, narra una experiencia similar: “Una vez, en la clase ‘Valle-Inclán’, donde hay un pequeño escenario, escuché golpes y vi cómo la puerta se abría sola, sin que nadie estuviera allí”. Asimismo, señala que la zona de los baños cercanos al cuarto de útiles de limpieza es especialmente activa. “Una noche escuché golpes, y al revisar los cubículos vi que uno estaba cerrado por dentro. Miré bajo la puerta y no había nadie”, cuenta.
La figura de la niña fantasma
Uno de los relatos más comunes es el de la aparición de una niña en el torreón del edificio, un espacio que aún conserva elementos que remiten a su pasado religioso. En particular, hay una casita de juguete en la que varios testigos afirman haber visto su figura. Algunos especulan que podría tratarse del espíritu de una antigua habitante del lugar.
Incluso quienes se muestran escépticos ante estas historias han vivido experiencias desconcertantes. Una alumna, identificada como M.J.L., relata que un día, mientras estaba en el baño, la puerta se cerró de golpe y otra se abrió sola, seguida de un repentino descenso de temperatura. “Me puse muy nerviosa”, confiesa.
Una investigación en primera persona
Con la intención de arrojar luz sobre estos fenómenos, se llevó a cabo una investigación en la ESAD utilizando equipo básico para la detección de actividad paranormal. Los resultados fueron inquietantes: los medidores de campo electromagnético mostraron valores inusualmente elevados en ciertas zonas, y en una grabación de audio se registró una voz que susurraba “La verdad”.
En los baños, la temperatura descendió abruptamente en un intervalo de dos minutos, coincidiendo con la aparición de ruidos y golpes inexplicables. Aunque se verificó que no había nadie en la habitación contigua, el fenómeno persistía.
A día de hoy, la ESAD sigue siendo un lugar envuelto en misterio. Las historias de apariciones y sucesos inexplicables continúan acumulándose, y la identidad de la enigmática niña fantasma sigue siendo un enigma.
¿Se trata de ecos del pasado? ¿Son estos fenómenos producto de la sugestión o realmente hay algo que escapa a nuestra comprensión? Mientras las preguntas persistan, la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla seguirá siendo un foco de misterio para quienes se aventuran en sus pasillos al caer la noche.
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