Desde las nueve de la mañana de ayer más de un centenar de personas se concentraban a las puertas del número dos de la calle Primavera.
Desde las nueve de la mañana de ayer más de un centenar de personas se concentraban a las puertas del número dos de la calle Primavera, un humilde bloque de viviendas del barrio de la Macarena. Convocados por internet, unían fuerzas para intentar parar el desahucio de Josefa Doblado, de 69 años.
Sobre las once llegaba su abogado, que entró en el bloque y a los pocos minutos salía con la anciana. La entidad financiera que se queda con el piso, el BBVA, paralizaba, hasta septiembre, el desahucio.
Para ello fue clave la labor del Defensor del Pueblo, José Chamizo, que la semana pasada se reunió con Josefa y ha intercedido por ella.
Agarraba con fuerza las llaves de la que ha sido su casa durante 40 años. Todavía conserva los muebles que su padre fabricó. “Gracias a todos, a los medios de comunicación, al movimientos 15-M, a los vecinos”, decía entre lágrimas. “Ojalá esto no sea agua pasajera y pueda ser resuelto legalmente, como deben ser las cosas. No tengo más que decir”, sentenciaba nerviosa y emocionada.
“El pueblo, unido, jamás será vencido” o “la banca culpable, Gobierno responsable”, fueron algunas de las consignas que gritaron los concentrados, entre ellos el parlamentario de IU, Juan Manuel Sánchez Gordilo.
Josefa tardó un buen rato en volver a subir a su casa a descansar, tras varias semanas de mucha tensión. Antes de retirarse repartió besos y abrazos a vecinos y amigos.
Pero también a gente a la que nunca había visto y que ayer acudieron para “parar esta injusticia”, decía una vecina.