También se han localizado los dos almacenes donde ocultaban la droga, en Sevilla y en la sierra de Málaga, tras el registro de nueve viviendas en estas dos provincias, y han intervenido cinco vehículos, según una nota del Ministerio del Interior.
La mayor parte del dinero intervenido procedía de los beneficios que obtenían con sus actividades ilícitas y era custodiado por uno de los miembros de la red que se encargaba de enviarlo a los responsables del grupo en Argentina.
Entre los arrestados en Sevilla, se encuentra un ciudadano argentino, que portaba documentación falsa y era buscado por Interpol por un homicidio.
La Policía Nacional averiguó que el grupo, asentado en distintas provincias españolas, pretendía introducir al menos dos importantes partidas de droga, una de las cuales podía encontrarse ya en Málaga o Sevilla.
Con posterioridad, supieron que los investigados habían ultimado los detalles para el envío de un primer cargamento a la provincia de Alicante.
Una vez fijada la fecha de la transacción, dos de los investigados, junto con la mujer y la hija de uno de ellos, viajaron hasta Sevilla para recoger la cocaína en dos vehículos, uno de los cuales disponía de un doble fondo para ocultar la droga con el fin de trasladarla a Alicante.
Iniciaron el viaje de regreso a Alicante en los dos automóviles, uno de los cuales iba varios kilómetros por delante para alertar al otro en caso de que detectara presencia policial.
Cuando circulaban a la altura de Murcia, una patrulla policial les dio el alto y, aunque el vehículo lanzadera logró eludir la acción policial, en el otro automóvil, los agentes localizaron cinco paquetes de un kilo cada uno con droga, ocultos en dos huecos situados tras las ruedas traseras y detuvieron a los dos ocupantes.
Esta primera aprehensión permitió constatar que la organización investigada disponía de droga en España y que había iniciado los contactos con los compradores para su distribución.
Los agentes localizaron una finca de difícil acceso, situada en la sierra de Málaga, donde podían almacenar la droga y que era custodiada por dos varones, padre e hijo.
Ambos detenidos cuando se marchaban de la casa en un vehículo, en cuyo interior llevaban una maleta con diez paquetes termosellados de cocaína, con un peso aproximado de diez kilos.
Estas detenciones motivaron el despliegue de un amplio dispositivo para localizar al resto de los implicados en la investigación y registrar las viviendas que utilizaban.
Así, tras la preceptiva autorización judicial, la Policía registró la finca malagueña en la que se habían realizado los dos últimos arrestos y en ella se encontraron otros 48 paquetes de un kilo de cocaína cada uno.
De manera simultánea, otros tres miembros de la red fueron detenidos en Sevilla, dos de los cuales con identidades supuestas de Paraguay, aunque en realidad eran argentinos, uno de los cuales buscado por Interpol por un homicidio.
En Sevilla, fueron detenidos los principales responsables de la red, que residían en un piso del barrio de Triana, donde aparentaban ser turistas y en el que se decomisaron 124 kilos de cocaína, además de otros 60 que guardaban en el maletero de un coche.
En la localidad malagueña de Estepona, se encontró el piso donde guardaban los beneficios que les proporcionaban sus actividades ilícitas, se intervinieron 576.000 euros en efectivo y se detuvo al responsable de custodiar el dinero, además de organizar su envío a los responsables de la organización afincados en Argentina.
Otras dos personas más fueron arrestadas en el aeropuerto de Málaga, a las que se intervino otro kilo de estupefaciente y 74.000 euros en efectivo.
En la investigación han participado agentes de los GRECO Levante, Galicia, Costa del Sol y Cádiz, de la Jefatura Superior de Policía de Murcia; de la Comisaría de Málaga; del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) del Área de Automoción de la División de Coordinación Económica y Técnica; de la Agencia Antidroga de Estados Unidos.
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