Serrano, durante un encuentro informativo en La Taberna del Alabardero, quiso dejar claro que el PGOU es un documento legal, que hay que flexibilizar de acuerdo con la nueva realidad y analizar si pueden llegar los 250 millones de euros de Ikea, que generarían 4.000 empleos. Eso sí: “si se analiza el plan y no es posible, pues no se hará”, concluía.
Para Serrano, el PGOU es un documento al servicio de los ciudadanos y no al contrario. “No es un dogma de fe”, repetía, para aclarar que la instalación de Ikea se hará negociando las horas que hagan falta “desde la legalidad y la transparencia”.
Tampoco pasó por alto la petición de la Unesco de paralizar las obras de la Torre Pelli que construye Cajasol ante su posible afección al casco histórico. “Sevilla no puede permitirse que la Unesco tenga dudas”, aunque Serrano aseguró que el asunto es “complejo y complicado”, apostando por el“sentido común” para resolverlo.
Para Serrano, la racionalidad es lo que debe presidir los aspectos urbanísticos y, como tal, revisará “todo lo concerniente a las licencias que quedan por emitir”.
PSOE y Griñán
Visto lo visto, el PSOE parece tener claro que, si se tienen que dar modificaciones en el PGOU, se harán. Y hasta están de acuerdo parcialmente. Según el viceportavoz municipal, Antonio Muñoz, admitirían los cambios “si no se fueran de la A a la Z”.
Hasta el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se ha pronunciado al respecto: “el discurso de que modificaré todo lo que sea necesario del PGOU para crear empleo, no lo comparto”, si eso deteriora la calidad de la convivencia ciudadana.
Gaesco: flexibilidad y cuanto antes
La patronal de la construcción de Sevilla, Gaesco, ha pedido “flexibilizar cuanto antes” el PGOU para que se adapte a “la nueva realidad del territorio” y poder impulsar las inversiones que cuentan “con problemas de diseño urbanístico”.
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