El pasado mes de noviembre, durante la Función Principal dedicada a Nuestra Señora del Amparo, la Hermandad anunciaba que el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, había autorizado el inicio de los trámites para la Coronación Canónica de su titular letífica. Ahora, este propósito ha dado un paso más tras la aprobación unánime del Cabildo General Extraordinario, que refrendó por aclamación la apertura del expediente. Un emotivo momento que estuvo acompañado por el repique de campanas a gloria en la Parroquia de la Magdalena.
La Virgen del Amparo, una obra mariana del siglo XVI atribuida al imaginero Roque de Balduque, es el centro devocional de la hermandad y un ícono religioso de Sevilla. Según el Doctor Roda Peña, esta imagen fue realizada con la colaboración del pintor Antonio de Alfián en el estofado y la policromía, lo que resultó en una de las representaciones más sublimes de la imaginería mariana de su tiempo.
Una devoción con historia y legado artístico
Nuestra Señora del Amparo es reconocida como Patrona y Protectora de la feligresía de Santa María Magdalena desde el siglo XVIII. Su fama de milagrosa y la belleza de su imagen extendieron su devoción más allá de Sevilla, llegando incluso a América Latina.
La Virgen se presenta de pie, con una túnica jacinto adornada con detalles florales en oro, manto azul con medallones dorados con motivos vegetales. El Niño Jesús, sostenido en su brazo izquierdo, lleva pañales rojos que simbolizan pureza e inocencia, aludiendo también al sacrificio. Esta magnífica talla ha sido objeto de importantes restauraciones, como la llevada a cabo entre 1986 y 1987 por José Rodríguez Rivero Carrera, y una posterior limpieza en 2015 por Almudena Fernández García y José J. Fijo León.
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