El Ayuntamiento de Jerez ha afrontado con convicción sus opciones de encontrarse entre las dos ciudades finalistas a Capital Cultural Europea 2031. Para ello hay que superar un proceso de preselección al que se han presentado otras seis ciudades españolas: Granada, Burgos, Toledo, Cáceres, Las Palmas y Oviedo.
Todas conocen ya las reglas del juego y que tienen hasta el 18 de diciembre de este año para cumplimentar todo el proceso. Todas, como Jerez, aspiran a estar entre las dos finalistas, cuyos nombres desvelará un comité de expertos dentro de un año para dar paso a una segunda fase que concluirá en 2027 con el anuncio de la ganadora.
Jerez está mirando de cerca lo que ya están haciendo sus adversarias y no todas van al mismo ritmo ni tienen tanto trabajo adelantado, pero entre ellas destaca el posicionamiento de Granada, la otra ciudad andaluza en liza. Junto a ella, Las Palmas, que ya se presentó en 2016 y tiene buena parte del trabajo avanzado y acumula experiencia a partir de los errores cometidos. Burgos y Toledo las siguen de cerca, mientras que Cáceres y Oviedo, las últimas en sumarse, tienen mucho trabajo por hacer de momento.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que a la hora de elegir la Capital Cultural Europea no tienen tanto peso los nombres propios como el proyecto definido. Es decir, ¿se puede competir con una ciudad como Granada, que cuenta con uno de los monumentos más visitados de España y conocidos en todo el mundo? La respuesta es sí, aunque no es ésa la clave, sino el enunciado de la pregunta necesaria que hay que hacerse: ¿Sabrán responder cada una de las ciudades a las directrices y a la filosofía marcadas desde la UE para obtener la designación como Capital Cultural Europea? Eso es lo que deben responder con cada uno de sus proyectos.
Granada, por ejemplo, está trabajando en su candidatura desde 2015. Lo hace de la mano de tres comisarios y un grupo de expertos, a los que se ha sumado un coordinador responsable del trabajo, una oficina técnica, la Asociación Granada CEC 31, que canaliza la participación ciudadana, y el apoyo de una consultora externa. Además, el Ayuntamiento ha sumado los apoyos de la Diputación, la Cámara de Comercio y el CSIC. Para fortalecer su candidatura, Granada será este año sede además de la Gala de los Goya, del Festival de Música y Danza y de la Bienal de Flamenco, amén de haber firmado el pasado año el Manifiesto de Braga, haber acogido la reunión de la red nacional de ciudades creativas de la Unesco y haber inaugurado el Espacio Hubic para fomentar la industria cultural y creativa mediante el apoyo a artistas locales e internacionales. La candidatura cuenta asimismo con logo, lema y banda sonora.
Burgos está puliendo su candidatura a través de tres ejes -su relación con la cultura, su patrimonio y la creatividad artística- y un modelo trasversal, centrado en la participación. A ello suma dos elementos: una aplicación centrada en la actividad cultural de la ciudad y el vídeo Burgos 2031. Para impulsar la participación cuenta con la Asociación ProBurgos, la Cámara de Comercio y ha impulsado espacios creativos como el Open Call o el Burgos Industria. Burgos también se ve favorita, pero se apoya además en la publicación de ECoC News, que la sitúa como tal tras analizar su candidatura.
Al igual que Burgos y Granada, Toledo es otra ciudad con mucha historia que pretende hacerse valer como “crisol de culturas”. El Ayuntamiento ha partido de un Plan Estratégico Cultural y ha creado un consejo asesor que marca las líneas fundamentales del proyecto sobre las que trabajan asimimo once mesas temáticas. En su contra juegan las diferencias políticas entre los grupos municipales en pos de la candidatura.
Las Palmas concurre por segunda vez. Su alcaldesa es la exministra socialista Carolina Darias, quien asegura que el Ayuntamiento llega “con los deberes hechos”. La ciudad cuenta con una oficina técnica desde la que se está dando participación a la ciudadanía para crear un proyecto de ciudad.
Cáceres es la que ha destinado más fondos a impulsar su candidatura -580.000 euros-, apoyada por las diputaciones de Cáceres y Badajoz y la Junta de Extremadura. Ha creado un Consorcio, aún pendiente de sus integrantes, y basará su proyecto en la defensa de la ciudad como factoría de producción de contenidos culturales y en su apuesta por la promoción internacional de las creaciones extremeñas.
Por último, Oviedo cuenta con el respaldo del Gobierno del Principado y, de hecho, habla del desarrollo de un proyecto regional -también de un “proyecto de ciudad”- a partir de varios objetivos que pasan por una estrategia cultural a largo plazo, por promover la diversidad cultural europea, contenidos artísticos diversos e implicar a la sociedad civil en el proceso,
La participación y el toque internacional
Todas las candidaturas tienen muy presentes las pautas marcadas en la Orden publicada el pasado 18 de diciembre por el Ministerio de Cultura, de ahí que incidan en tres conceptos clave: la participación ciudadana en la elaboración de la agenda y los contenidos de la candidatura; el apoyo a los sectores creativos y culturales de la ciudad; y las conexiones culturales de cada ciudad a nivel internacional, mediante el apoyo a otros creadores europeos.
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