La incertidumbre en torno al posible arresto del presidente surcoreano, Yun Suk-yeol, marcó la jornada de hoy martes después de que la orden para apresarlo expirara y el director del organismo anticorrupción se disculpara por no haber logrado su arresto en un tenso operativo que fracasó el pasado viernes.
El jefe de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), Oh Dong-woon, expresó hoy sus "sinceras disculpas" al pueblo surcoreano por el fiasco del pasado 3 de enero ante el comité legal y judicial de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Oh explicó que asume por completo la responsabilidad de lo sucedido y argumentó que se produjeron "muchos aspectos imprevistos".
El viernes, agentes del CIO acompañados por policías fueron bloqueados por el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS) ,que les impidió acceder a la residencia de Yoon, que ha ignorado tres citaciones para declarar a cuenta de su fallida declaración de la ley marcial del pasado 3 de diciembre.
El PSS desplegó unos 200 efectivos formando varias barreras humanas y tras un tenso encaramiento que duró horas el CIO canceló la operación.
Aunque la validez de la orden de arresto caducó pasada la medianoche de hoy la oficina anticorrupción ha solicitado al tribunal que la concedió que prolongue su validez.
A la espera aún de que se pronuncie la corte, Oh aseguró que el próximo intento para detener a Yoon se "preparará a conciencia".
A su vez, la policía envió hoy una tercera citación al jefe del PSS, Park Jong-joon, al que se investiga por obstrucción de deberes oficiales.
Park, que se ha saltado las dos convocatorias policiales anteriores, ya argumentó que ante la situación actual, no puede abandonar su puesto "ni un segundo".
A Yoon, al que se ha prohibido salir del país, se le investiga por un supuesto delito de insurrección, el único al que no es inmune un presidente surcoreano, en relación a su declaración del estado de excepción.
Corea del Sur castiga a los líderes de un movimiento de insurrección con cadena perpetua o la pena capital (sobre la cual existe una moratoria en el país desde hace casi 40 años).
En caso de que puedan arrestar a Yoon, los investigadores disponen de 48 horas para interrogarle e incluso solicitar una orden para prolongar la detención si lo creen necesario.
El presidente surcoreano fue destituido por el Parlamento el pasado 14 de diciembre por declarar la ley marcial 11 días antes y está a la espera de que el Tribunal Constitucional decida de aquí a Junio si lo restituye o lo cesa definitivamente.
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