La Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) de la Guardia Civil de Pontevedra intervino un total de 270 toneladas de productos del mar congelados e identificó a 13 personas investigadas por presuntos delitos de estafa, falsedad documental y contra la salud pública.
Según ha informado el Instituto Armado, la investigación comenzó en febrero tras una denuncia interpuesta por los servicios jurídicos de una cadena de supermercados en la que alertó sobre la reintroducción en el mercado de productos del mar congelados que fueran dados de baja para el consumo humano por un accidente de tráfico que comprometió la cadena de frío.
Los agentes localizaron la mercancía sustraída, que pertenecía a la cadena de supermercados, por parte de la empresa logística entre Madrid y Pontevedra.
De esta forma, con la colaboración de inspectores de riesgos ambientales del Sergas inmovilizaron partidas de pescado, marisco y cefalópodos, e identificaron otras irregularidades en productos que no estaban relacionados con la denuncia inicial.
Durante la investigación se percataron que muchos de los lotes intervenidos fueran manipulados para modificar su trazabilidad y ser reintroducidos en la cadena de consumo a pesar de haber perdido sus requerimientos sanitarios.
En las instalaciones de la empresa logística denunciada encontraron mercancía sin trazabilidad, con fechas de consumo preferente caducadas y procedentes de siniestros declarados a diferentes compañías aseguradoras.
Además, realizaron inspecciones coordinadas con los Servicios de Salúd Pública de Galicia y de la Generalitat Valenciana, resultando la inmovilización cautelar de 128 toneladas adicionales de productos congelados, que presentaban etiquetado falsificado, mala conservación y falta de declaración de alérgenos.
Los agentes entraron y registraron un establecimiento elaborador en Valencia, donde incautaron 120 toneladas de productos congelados y recogieron documentación que les permitió avanzar en la investigación.
La AESAN decretó tres alertas sanitarias relacionadas con la falta de trazabilidad y reetiquetado incorrecto en productos como langostinos, así como la presencia de sulfitos no declarados y la comercialización de productos habían sufrido una ruptura de la cadena de frío.
La investigación continúa abierta, y la Guardia Civil realiza acciones para garantizar la seguridad alimentaria y proteger al consumidor final, dado el riesgo que representa la comercialización de estos productos en establecimientos de España, Alemania y Holanda.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es