El concierto de Isabel Pantoja este jueves 26 de diciembre en el Festival Starlite Christmas en Madrid nos ha dejado grandes momentos. Ante un auditorio con numerosas localidades vacías al haberse vendido tan solo un 30% de las entradas disponibles, la tonadillera hizo un alarde de voz y arte, dándolo todo sobre el escenario ante un público entregado con un show muy especial y diferente a lo habitual al cantar un completo repertorio de villancicos navideños además de grandes éxitos como 'Se me enamora el alma', 'Veneno', o 'Hasta que se apague el sol'.
Se trataba de su última aparición de 2024 y el fin de su gira '50 Aniversario', y como no podía ser de otra manera, además de música y arte, la andaluza nos dejó momentos inolvidables. Muy emocionada, no pudo contener las lágrimas al recordar a sus hijos Kiko Rivera e Isa Pantoja al cantar 'Quisiera decir no', cambiando la letra de la canción para confesar que sigue recordándolos constantemente a pesar de que su relación está completamente rota hace tiempo.
Con la colaboración estrella de 'La Húngara', Isabel cantó y bailó su icónico 'Garlochí' y mandó un mensaje muy especial a su sobrina Anabel Pantoja y a la hija de la influencer, la pequeña Alma -"la más guapa del mundo" aseguró pletórica- desmintiendo así los rumores de distanciamiento que les han perseguido en las últimas semanas.
Pero hubo más, ya que una fan que se encontraba entre el público la sorprendió regalándole una estatua de la Virgen del Rocío -de la que la artista es devota-, y al entregársela le contó que sufría una depresión. Un momento en el que Pantoja no dudó en cogerle la mano y sincerarse con ella, dejando entrever que tampoco está atravesando por su mejor momento anímico: "¿Qué estás pasando por una depresión grandísima? ¡Júntate conmigo! Escúchame, la Virgen va a estar conmigo" ha confesado, antes de cantarle y pedirle su teléfono para enviarle un disco firmado e intentar así animarla.
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