El Tribunal Supremo ha ordenado repetir el juicio en el que se condenó a un año de cárcel a C.J.M por matar a un conocido, de 39 años, de dos puñaladas que le asestó en una discusión entre ambos en un salón de juegos de la capital onubense en abril de 2019.
En una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, el alto tribunal admite el recurso de casación interpuesto por la acusación particular que ejerce la madre del fallecido contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que confirmaba la de la Audiencia de Huelva que imponía dicha pena basándose en el veredicto del jurado que juzgó al acusado a finales del noviembre de 2022 y lo consideró culpable de un delito de homicidio imprudente con las eximentes incompletas de legítima defensa y miedo insuperable. El Supremo entiende que existe, en este caso, infracción en la redacción del objeto de veredicto y falta de motivación del jurado en cuanto a la no intencionalidad de causar la muerte por parte del acusado, por el único real motivo de falta de grabación de lo ocurrido detrás de una columna.
Considera que se trata de una infracción procesal que genera "indefensión" al mismo tiempo que ocasiona ineludiblemente la lesión al derecho fundamental de defensa consagrado en la Constitución.
El Supremo entiende que se vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva desde la perspectiva del deber de motivación de las resoluciones judiciales cuando el razonamiento que funda dicha resolución resulte arbitrario, irrazonable o incurso en error patente.
Por tanto, estima el recurso anula la sentencia recurrida, acordando la celebración de un nuevo juicio con distinta composición del jurado y nuevo magistrado-presidente.
La sentencia anulada consideraba probado que la noche del 10 de abril de 2019 en un salón de juegos de Huelva, cuando la víctima supo que el acusado estaba jugando en la mesa de la ruleta y se acercó propinándole varios manotazos por la espalda.
En ese momento, comenzó un forcejeo entre ambos, en el que se desplazaron alrededor de la mesa de la ruleta hasta colocarse detrás de una columna y "sin intención de causarle la muerte ni previendo dicho resultado mortal", el acusado dirigió un arma blanca al cuerpo del otro hombre y se la clavó a la altura de la zona lumbar.
A continuación, el encausado abandonó el local "rápidamente" y dejó allí al agredido aún con vida, que fue trasladado por sus amigos allí presentes en un vehículo particular a un centro hospitalario donde falleció poco después.
Según la sentencia, durante el forcejeo, el condenado experimentó un estado de temor y miedo que, "aunque no fuera insuperable, disminuyó notablemente su voluntad o capacidad de elección sin llegar a anularla, lo que le llevó a apuñalarlo en dos ocasiones, causándole las heridas que le produjeron la muerte".
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