Fernández de Moya ha explicado que se aplica el "sentido común" pues el esfuerzo "se hace al subir y no al bajar" y ha lamentado que durante los últimos seis meses estas escaleras, que supusieron una inversión de 450.000 euros en el arreglo de la calle, han estado al servicio de los vecinos.
Sobre la queja de los comerciantes, cuyo colectivo se ha posicionado por la tarde en contra por el efecto positivo que había tenido en sus negocios, el primer edil ha lamentado el "interés partidista" de su portavoz, Francisco Marín, "candidato socialista en las anteriores elecciones".
El equipo de gobierno anterior se guió por la opinión de los comerciantes de la calle Nueva que insistieron en que el sentido descendente le beneficiaría. Seis meses después, lo corroboraron en un comunicado con datos: las ventas se han incrementado un 20 por ciento.
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