El uso de las metáforas bélicas puede aportar un componente épico al periodismo deportivo, pero emplearlas para referirse a enfermedades como el cáncer provoca una distorsión de la realidad, que, además, causa culpa entre los pacientes oncológicos.
Este debate se ha desarrollado este lunes entre los participantes en el XVII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo 'El lenguaje de las guerras: cómo contar el conflicto', organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) -promovida por la Agencia EFE y la RAE-.
En la segunda mesa redonda del seminario, 'El lenguaje bélico más allá de las guerras', han intervenido el periodista y secretario general de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad frente al Cáncer, Juan Ramón Lucas; la lingüista especializada en transmisión de la ideología, Laura Filardo; la investigadora en lingüística y cognición del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, Inés Olza; y el catedrático de Lengua Castellana y Literatura de Enseñanza Secundaria y doctor en Filología Hispánica Jesús Castañón.
La moderadora del debate, la coordinadora general de la Fundación San Millán de la Cogolla, Almudena Martínez, ha recalcado que las metáforas bélicas son términos muy comunes en los titulares de muchas informaciones y expresiones habituales en todos los medios de comunicación.
El cáncer no es una batalla
Juan Ramón Lucas ha insistido en "desterrar el lenguaje bélico" al referirse al cáncer porque esta enfermedad "no es una batalla, ni los pacientes oncológicos son guerreros", de modo que, "cuando no se supera, el enfermo sufre el doble: se siente solo y culpable".
Este periodista ha descartado utilizar los términos "larga y dolorosa enfermedad" y ha abogado por "llamar al cáncer por su nombre", pero ha reconocido que el discurso bélico ha calado mucho en la sociedad, también entre los profesionales sanitarios.
Lucas ha abogado por evitar términos que pretendan "edulcorar" la situación porque "no todo es rosa y es mentira que con una actitud positiva se sale adelante".
Como alternativa a la "batalla contra el cáncer", Inés Olza ha propuesto utilizar otros términos para referirse a esta enfermedad, como "el camino y el viaje", aunque sean "alternativas más blandas"; y desde una percepción más personal, "el bicho".
Esta lingüista, miembro de la iniciativa #ReframeCovid (sobre el uso de la retórica bélica para referirse a la covid-19), ha recordado que durante la pandemia no había un enemigo visible, pero también se utilizaron términos como "ganar la batalla al virus".
Metáforas para comprender la realidad
Por su parte, Laura Filardo ha asegurado que la lengua construye la realidad y los eufemismos que se utilizan también tienen una carga ideológica.
Las metáforas bélicas permiten comprender una parte de la realidad a través de otra, que es la guerra, para facilitar la interpretación de la política, la economía, las luchas sociales y fenómenos como la inmigración, ha relatado.
Jesús Castañón ha constatado el gran impacto del deporte en la cultura popular, de modo que el lenguaje bélico ha servido para transformar los espacios de juego en "campos de batalla", en los que vencen o pierden contiendas épicas.
Este filólogo experto en lenguaje del deporte ha considerado que los usos figurados son más fáciles de entender y ha añadido que el deporte se ha convertido en "un espectáculo de pasiones".
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