Los diputados de la Cámara Baja del Parlamento o 'Bundestag' votarán el lunes la moción de confianza presentada el miércoles por el canciller Olaf Scholz en un paso más que acerca, en el horizonte político de Alemania, las elecciones anticipadas, previstas para el próximo 23 de febrero.
Tras una intervención de Scholz y una ronda de respuestas, se estima que sobre las 15h00 GMT voten el lunes los 736 diputados de la cámara la moción presentada por el jefe del Ejecutivo, un canciller que acudirá a la votación sin esperanzas de victoria.
Desde que a principios de noviembre Scholz decidió despedir al ministro de Finanzas y jefe del partido (FDP) liberal, Christian Lindner, el canciller perdió la mayoría de la que disfrutó en el 'Bundestag' su coalición, formada por socialdemócratas, liberales y ecologistas.
La expulsión de Lindner del Gobierno acarreó la salida de los otros ministros liberales del tripartito y la salida del FDP de la coalición que ha dirigido el Ejecutivo germano en los últimos tres años.
De la votación del lunes se espera, por tanto, que la coalición a tres bandas con la que gobernó Scholz pase a ser oficialmente otro "capítulo de la historia" de Alemania, según los términos de la edición dominical del diario 'Frankfurter Allgemeine Zeitung'.
"El lunes, el canciller Olaf Scholz se enfrentará a un voto de confianza. Su gobierno se considera un completo fracaso", señaló esa publicación este domingo a cuenta de la gestión del Ejecutivo, en la que el dominical de Fráncfort (oeste) también recogió algunos éxitos del Ejecutivo liderado por el socialdemócrata.
Por ejemplo, el impulso en las renovables, pues gracias a la gestión de Scholz y compañía han logrado multiplicar por diez el rendimiento de las instalaciones que generan electricidad a partir de energía solar respecto a 2016.
Así, en el tercer trimestre de 2024, las renovables pasaron a representar un 63,4 % de la energía generada en Alemania, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Un canciller sin mayoría
Este tipo de datos, sin embargo, poco importarán en la votación del lunes, pues, sin los liberales junto a Scholz y los ecologistas, la mayoría de los diputados del Bundestag votarán en contra de la permanencia del canciller socialdemócrata en el poder.
El canciller sólo puede contar con los votos a favor de su SPD, que suma 207 escaños, y los de los diputados de Los Verdes, que tienen 117.
Se da por hecho que Scholz no contará con los 367 diputados que le permitirían salvar con éxito la moción de confianza.
El FDP cuenta con 90 escaños, por lo que es el cuarto grupo parlamentario más importante del Bundestag, por detrás del de los socialdemócratas, el de los democristianos compuesto por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU, 196) y Los Verdes.
Una vez pierda la moción de confianza, Scholz planteará al presidente del país, Frank-Walter Steinmeier la disolución del Bundestag, algo para lo que el jefe de Estado tiene un margen de 21 días.
Los democristianos, favoritos para la elecciones anticipadas
Steinmeier ha mostrado su disposición a realizar la disolución de modo que las elecciones anticipadas puedan tener lugar el próximo 23 de febrero.
Una vez que Steinmeier disuelva el Bundestag, según los márgenes que fija la Ley Fundamental, las nueva cita con las urnas debe producirse en los siguientes 60 días.
De cara a esos comicios, los sondeos de intención sitúan como favoritos a los cristianodemócratas, a los que el dominical 'Bild am Sonntag' atribuye en una encuesta publicada este domingo un 31 % de la intención de voto.
En dicho sondeo, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) aparece como segunda fuerza, con un 20 %, por delante del SPD (17 %), de Los Verdes (11 %), de Alianza Sahra Wagenknecht (8 %) y del FDP (5%).
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