Una veintena de administraciones de lotería quedó afectada por las inundaciones en los pueblos de Valencia en mayor o menor grado pero casi todas han podido reabrir ya el despacho, aunque sea con mesas de playa, convirtiéndose en puntos de encuentro de los afectados y donde se habla de que donde ocurre una tragedia salen premios, pero también de solidaridad.
Después de unas semanas de la catástrofe del 29 de octubre y en un entorno de destrucción, los vecinos preguntaban a las administraciones si iban a poder retomar la venta para Navidad, y la mayoría han limpiado y adecentado en lo posible los locales "a duras penas", y han podido "volver atrás", según asegura recordando la vida cotidiana anterior a la dana la esposa del gerente de la administración número 1 de Benetússer, Mónica Martínez.
"Todos los años tienes la ilusión de que toque y que sea un número que esté repartido, pero este todavía más porque con quien hables, tiene que contar", dice sobre las pérdidas físicas o materiales ocasionadas por las riadas que han causado por el momento 223 víctimas mortales.
El hijo de la gerente de un punto de venta mixto de La Torre en València llamado El Kiosco, Norman Ortells, coincide en que se nota un aumento de la venta y un interés por compartir, que es la base de la lotería de Navidad.
Con el paso de los días, de las 24 administraciones afectadas por la dana solo dos permanecen cerradas, la de Massanassa y la del centro comercial Bonaire, en Aldaia, que están "a un paso" de reabrir, según explica el presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (ANAPAL), Borja Muñiz Urteaga.
En sus palabras, la lotería de Valencia "a raíz de la desgracia y por desgracia" se va a vender muy bien, pero cuestión diferente es que compense los destrozos sufridos en los despachos de lotería.
Muñiz Urteaga cuenta que se ha hecho desde la asociación una recaudación de fondos para ayudarles, una solidaridad generalizada que fue masiva en los días posteriores a la tragedia y que se mantiene con casos como el de una persona anónima que ha donado mil euros en forma de participaciones de un euro que se regalan a la gente necesitada.
Si tocara el Gordo, serían 16.400 euros por papeleta y "a todos les llegaría algo" pues se reparte entre los afectados de Benetússer y también de localidades de alrededor, según cuenta Mónica Martínez. Su esposo y gerente del despacho, Bernabé, dice que al principio se pedía la terminación 29 pero "al final lo único es probar suerte".
Al 29 se añaden este año los típicos finales de 13, 15, 69 y 00 en una tradición de casi 300 años de historia en España, comenta el presidente de ANAPAL, que afirma que las ventas de lotería de Navidad se están comportando en general en todo el país como en 2023, año de récord histórico de ventas de este sorteo con 3.318 millones de euros, un 13 % (unos 450 millones) en la Comunitat Valenciana, o quizá algo más retraídas por la situación económica.
Y cree que muchos compradores se van a volcar en comprar lotería de Valencia, no solo de la zona afectada por la dana. Así lo certifica El Kiosco de La Torre -que por el momento solo ha retomado la actividad de lotería y trabaja para volver a vender también prensa, productos de papelería y golosinas- por las llamadas que recibe de fuera de la comunidad para colaborar con Valencia a través de la compra de décimos del Gordo.
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