Ve la luz el disco que Morente amparó como debut de su hija Soleá: "He seguido la escuela"

Publicado: 13/12/2024
Tras la inesperada muerte del cantaor en 2010, quedó guardado en un cajón hasta este viernes
Hace casi 25 años Soleá Morente empezó a trabajar en secreto junto a su padre, Enrique Morente, en el que debía ser su debut, el cual, tras la inesperada muerte del cantaor en 2010, quedó guardado en un cajón hasta este viernes, cuando ve la luz y muestra que la menos ortodoxa del clan no se desvió tanto del camino.

"Está siendo muy bonito después de tantos discos volver a ese comienzo y darme cuenta de que no estaba tan equivocada, que desde el principio estaba la necesidad del reto, la experimentación y la investigación, un código en el que nos entendíamos él y yo", apunta a EFE la artista, que siempre ha intentado seguir esa escuela "de la perseverancia, la afición y no perder nunca la emoción".

Echando la vista atrás, señala que "a veces son nuestros padres los que mejor nos conocen". En su caso, conociendo su sensibilidad, fue su padre quien la animó a estudiar una carrera universitaria, en concreto Filología Hispánica ("Por lo que le estaré eternamente agradecida", dice), y quien se comprometió a que, al terminar, si aún quería, la ayudaría a tantear un posible camino en la música.

De un amplio abanico de estilos, "como marca la personalidad de la casa Morente, con esa necesidad de romper prejuicios e ir hacia la libertad antes que al miedo", fueron escogiendo juntos canciones tan variopintas como 'Palabras para Julia' de Paco Ibáñez a partir del poema de José Agustín Goytisolo, 'La Chamelona' por Pericón de Cádiz o 'I’m a fool to want you' en la voz de Billy Holiday.

"Él me animaba a hacer lo que sintiese y me daba siempre un consejo: que lo más importante es la personalidad, tener identidad propia", explica Morente (Granada, 1985) ante un disco que buscaba como concepto "la emoción a través de la sencillaez y de la verdad" a través de "canciones descontextualizadas que no tenían que ver con el flamenco" pero que interpretaba desde sus raíces.

Su desarrollo, sin embargo, se vio truncado en 2010 por el fallecimiento de Enrique Morente. Soleá decidió guardarlo en un cajón y a partir de 2015 emprendió un camino propio en proyectos alternativos y variados como Los Evangelistas, con parte de Los Planetas y Lagartija Nick, o ya en solitario, con cuatro discos en el mercado a menudo junto a productores y sellos "indies".

"Muchas veces pienso qué habría pensado él de ese camino. De alguna manera he ido dialogando con él, porque valoraba mucho la afición y la disciplina, las ganas de avanzar y el compromiso con uno mismo. Desde que puse un pie en un escenario como solista he intentado ser constante con eso y creo que él me apoyaría", piensa.

Cuenta que, animada por su hermana Estrella, hace años volvió a hacer avances esporádicos en el disco abandonado. Para moldear el sonido, trabajó junto al maestro Isidro Sanlúcar, que había trabajado mucho con su padre y compartían una sensibilidad similar.

"Le pusimos las maquetas que teníamos con mi padre y se emocionó con su sencillez y la búsqueda de una interpretación nada impostada, siempre de corazón y a un nivel que a mí me ha requerido mucho esfuerzo, porque nunca había cantado como en esta ocasión, que no es ni mejor ni peor pero sí diferente, llevándome a rincones de mi voz que nunca había explorado", relata.

Para terminarlo ha contado además con las colaboraciones del guitarrista Diego del Morao y del director Fernando Trueba, habitual interlocutor musical de su padre. Probablemente él fue la persona a través de la que el cantaor sugirió para el repertorio una versión a cargo de Caetano Veloso del tema 'Sonhos' y es él quien ha ayudado a adaptarlo al castellano para el álbum.

"En ese disco sentía el abrazo y el ánimo de mi padre y he querido terminarlo porque era algo personal que se había quedado inconcluso y porque como artista quería ver qué pasaba", remacha Morente.

Lo hace además a través del sello Discos Probeticos, que fundó su padre y que se reactiva con este lanzamiento. "Para la Fundación Enrique Morente era fundamental hacerlo, porque él hizo ese sello para dar cabida a propuestas que no lo tienen tan fácil en la industria actual y para seguir siendo dueño de tu propia obra discográfica", destaca.

Además, a partir de ahora será también el órgano de difusión "de todo lo que tienen que ver" con la obra del cantaor, "del que todavía queda mucho material inédito, muchos discos en directo", informa Soleá, quien por su parte tiene pendiente de publicar "quizás este año o el siguiente" un disco con La Casa Azul. 

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