Como ya se ha hecho en pasadas ocasiones, el Museo Cruz Herrera ha llenado sus salas con vestidos diseñados por grandes de la moda como Cavalli o Victorio & Lucchino. Cada vestido es único y se encuentra expuesto en un maniquí para el deleite visual de los visitantes del museo. La característica más llamativa es el número: hasta noventa prendas se encuentran dispuestas a lo largo y ancho del Cruz Herrera, organizándose por secciones como una obra más.
La disposición de los vestidos no es casualidad, y es que una de las cosas que Mercedes Corbacho, directora del museo, busca lograr es crear una armonía entre las exposiciones: "tenemos cuadros, una exposición de cómic, insectos... conseguir una armonía es importante." Así, explicaba cómo cada vestido tiene una razón para estar donde está, ya sea por su color, forma o motivo. Cada pieza, cada prenda se mezcla con el resto de obras de su entorno creando un conjunto que deleita la vista.
Y es que otra de las cosas que Mercedes defiende es que estos vestidos también son obras de arte: "Cada una de estas prendas es única, no hay otra como ella. Se han tejido con un motivo, con una ocasión en mente." Las prendas de diseño, al final, son como una fotografía, una puerta al pasado. Momentos encapsulados en el tiempo que nos transportan a eventos pasados. Cada pieza ha sido vestida por alguien concreto en un momento concreto, cada tela ha visto una ceremonia y cada pliegue ha sido testigo de bailes y romances.
Algo muy característico es la enorme variedad de diseños. Incluso para aquellos que, como yo, no estén especialmente interesados en la moda, la exposición se torna interesantísima una vez se presta atención al detalle de las prendas. Cada una transmite una sensación, te lleva a algún lugar. Desde piezas más simples hasta largas faldas llenas de bordados, obras reminiscentes del lejano oriente y vestidos que recuerdan a maravillas de la naturaleza como rosas florecientes o peces de colores, la exclusividad de cada uno de ellos se palpa en el ambiente.
Además, cada uno de los vestidos cuenta con grandes leyendas de la costura detrás, como Armani. Sin ir más lejos, en una vitrina llena de abalorios y joyería se pueden ver unas tijeras doradas que la mismísima Coco Channel utilizó en su día para cortar telas. Una curiosa exposición que se desmarca de lo habitual y que, por supuesto, es digna de darle una visita. Quizá así las más coquetas cojan algo de inspiración para estas fiestas, nunca es tarde para sorpender a la familia.