Otra de las reivindicaciones es la reforma de nuestro sistema jurídico
Muchos ciudadanos celebramos con ilusión que por fin los jóvenes y no tan jóvenes se movilizaran en la calle para reclamar soluciones a la grave situación laboral, política y social por la que atraviesa nuestra nación. Movilización que se inició bajo el lema ‘Ciudadanos indignados-Democracia real.. ya’.
Aunque no todas las reivindicaciones formuladas por este movimiento son apoyadas por la mayor parte de la ciudadanía, algunas de ellas sí lo son. Entre éstas cabe destacar la petición de reformas de la Ley Electoral, para que se ponga fin de una vez por todas a la injusticia que de por sí (aunque ahora sea legal) significa el desprecio al voto ciudadano depositado en las urnas. Desprecio que se realiza a través del esperpento que supone la mercadería de votos que tras las elecciones realizan los partidos políticos para asegurarse con pactos el poder de las respectivas administraciones.
Otra de las reivindicaciones mas compartida por la ciudadanía se encuentra en la petición para la reforma de nuestro sistema jurídico, tendente a la obtención de una justicia que sea realmente independiente, ágil y eficaz, con un blindaje que impida en todo momento su utilización por parte de los resortes del poder político (todos sin excepción iguales ante le ley).
También cuenta con gran apoyo la necesidad de la reforma del sistema financiero, de forma que, en aquellos casos en los que el Estado inyecte dinero para el reflote de algunas entidades bancarias, éstas queden sometidas, hasta la devolución de las cantidades prestadas, bajo estricta intervención jurídica y administrativa .
En esta reforma se debe incluir que cuando se otorgue un préstamo para la adquisición de una vivienda u otro bien, si por causas ajenas a la voluntad del peticionario (pérdida de empleo, etc.).. no puede hacer frente al mismo, se conceda un tiempo prudencial y un fraccionamiento de pagos acorde con la nueva situación económica. Y en caso de tener que entregar la vivienda o el bien avalado por el préstamo, esta entrega sea suficiente para dejar dicho préstamo saldado.
Sin embargo, la ilusión, identificación y apoyo masivo a este movimiento ciudadano se encuentra en clara disolución.
Creo que, entre los motivos de esta disolución fluyen las siguientes connotaciones:
1º).- No se ha tenido en cuenta que, todo plan de objetivos debe contar con la coordinación de una dirección bien definida. Igualmente deben quedar claramente establecidas las prioridades a seguir y el tiempo a emplear en su consecución
2º).- Tampoco se ha tenido en cuenta que en toda democracia real el derecho de unos termina cuando se vulnera el derecho de otros.
En relación al primer punto, considero que se ha realizado una masificación de reivindicaciones sin el establecimiento de las oportunas prioridades, que como queda señalado y, por tener su mayor incidencia sobre dos de los principales pilares de la democracia (ejecutivo y judicial) deberían haber quedado reflejadas estas prioridades en las reformas de la Ley Electoral y del sistema judicial.
Con respecto al segundo punto, entiendo que se ha permanecido de forma excesiva e innecesaria demasiado tiempo acampado en la Puerta del Sol, ocasionándose con ello graves perjuicios económicos a los comerciantes de la zona, así como la vulneración de los derechos de disfrute de este lugar al resto de los ciudadanos. Una medida menos perjudicial y mas efectiva podría haber sido la sustitución de esta acampada por periódicas concentraciones o manifestaciones debidamente autorizadas, realizándose las mismas de forma rotativa por diferentes puntos y ciudades.
Otra actitud muy negativa ha sido la vulneración del derecho hacia algunos medios de comunicación, a los que se les ha impedido realizar libremente su trabajo informativo sobre lo que estaba ocurriendo en la Puerta del Sol.
También se ha vulnerado en determinadas concentraciones el derecho de los políticos electos, mediante innecesarios hostigamientos, insultos e incluso agresiones. Además de roturas de mobiliario urbano y agresiones a la policía (Parlamento de Cataluña).
Todas estas actuaciones desdicen y contradicen los fines del lema ‘Democracia Real..Ya’.