El alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, ha reaccionado este martes a las críticas de la Asociación de Hosteleros a las limitaciones impuestas al sector durante la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular el domingo 8 de diciembre, o sea la procesión Magna, con la restricción de servir al público sólo en el interior de los locales en el caso del entorno de la carrera oficial; recordando que ante un evento tan multitudinario, "la prioridad es la seguridad ciudadana".
El primer edil se ha pronunciado así ante el comunicado de la patronal hostelera, que ve "inviable" la actividad con las limitaciones dictadas por el Ayuntamiento en el entorno del área afectada por los recorridos procesionales, acometiendo "un sondeo entre los asociados, para saber cuántos de ellos se plantea cerrar el próximo domingo ante tales limitaciones".
Sanz ha recordado que las "previsiones" de la Policía Nacional apuntan a que en determinados momentos de la jornada del 8 de diciembre, "habrá casi un millón de personas" en la zona de influencia de la procesión Magna, e incluso "las previsiones se pueden desbordar", con lo que ante dicho escenario, "buscar la seguridad ciudadana es la prioridad", según ha razonado.
"Tienen que entenderlo, los veladores no pueden estar en la calle", ha dicho, destacando que ante tanta afluencia de público, es necesario "tener los menores obstáculos posibles en la vía pública". "El Ayuntamiento tiene que garantizar la seguridad ciudadana en todo momento", ha remarcado, lanzando un "llamamiento a la responsabilidad" de los hosteleros.
La patronal hostelera ve "inviables" las limitaciones por la Magna
Por su parte, la Asociación de Hosteleros de Sevilla ha mostrado el "tremendo malestar generalizado" del sector ante las normas dictadas por el Ayuntamiento hispalense con motivo de la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará el día 8 de diciembre; de modo que los locales del entorno de la carrera oficial sólo podrán servir al público en el interior de los mismos, "sin superar el aforo permitido", y en aquellos incluidos en la zona restringida de acceso a las sillas "sólo se permitirá la entrada a las personas abonadas".
Así se contempla en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Sevilla publicado este viernes. La resolución establece límites al consumo de bebidas en la calle, por lo que no podrán expenderse en cualquier tipo de envase por locales con acceso directo por calles por donde discurran los desfiles, desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía a la altura del establecimiento, hasta la finalización del paso de la cofradía, entre otros aspectos.
Ante ello, la patronal hostelera señala que, en efecto, ante un evento de tal magnitud debe "imperar" la seguridad, pero señala que "está completamente fuera de la realidad pensar que un establecimiento con todo el mobiliario perteneciente a su terraza apilado en el interior puede atender de manera adecuada a los clientes en ese mismo espacio. Precisamente en una zona de la ciudad, el casco histórico, en el que muchísimos de los establecimientos son de escasas dimensiones".
"Ello hace inviable poder realizar su trabajo en un día tan señalado. No es sólo una cuestión de merma económica o nula rentabilidad, sino de poder dar un servicio a nuestros clientes en las condiciones adecuadas y de respeto que, pensamos, ellos merecen", indican los hosteleros, que ven "desmedidas" las limitaciones, exponiendo que la patronal está acometiendo "un sondeo entre los asociados, para saber cuántos de ellos se plantea cerrar el próximo domingo ante tales limitaciones".
"Extraña ver cómo un gobierno municipal que tanto condenó las medidas adoptadas por el anterior ejecutivo, no solo las replica, sino que continúa viendo en la hostelería la causa de cualquier hipotético incidente que pueda ocurrir durante las festividades locales", señala la patronal hostelera.
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