Andalucía

La importancia de un pepino

Se calcula que las pérdidas en el sector productor español superaron los 200 millones de euros a la semana, pero afectó también al comercio.

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  • Invernadero de pepinos. -
A todos hoy nos importa el pepino; el pepino español, como los muchos que, destinados al mercado más exigente, el orgánico o ecológico, han terminado estas semanas en los vertederos de Europa por una precipitada decisión de mal juicio.

Que el pepino es inocente lo sabemos ahora todos, pero cuando se lanzó la alarma de la más reciente contaminación alimentaria europea, a finales del mes pasado, se responsabilizó sin argumentos a las supuestas malas prácticas en higiene con que se cultiva en España, donde se dedican 8.000 hectáreas a la siembra de "Cucumis sativus", su nombre científico, más de 3.000 en invernadero.

Se calcula que las pérdidas en el sector productor español superaron los 200 millones de euros a la semana, pero afectó también al transporte, la distribución y el comercio.

Como referencia, los datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino revelan que en España se produjeron en 2010, hasta 656.200 millones de toneladas de pepino y la COAG apunta que la producción del pasado año se destinaron 434.000 toneladas a la exportación, entre el 60 y el 65% del cultivo total.

El punto de mira de la polémica fue una partida de pepinos "orgánicos de exportación" salida de Málaga, tipo "Almería" u holandés, más largo y de piel fina, que se destina al comprometido mercado exterior, donde se paga bien, porque se aprecia, el cultivo ecológico.

Y fue en esa modalidad de cultivo, adoptada como tendencia hace menos de 20 años y para la que la FAO ya promovió en 2006 una estrategia de desarrollo, donde primero se depositaron las culpas.

Equivocadamente se relacionó la aparición de la bacteria asesina, E.Choli (enterohemorrágica) con los fertilizantes orgánicos y hasta con aguas de regadío contaminadas, comunes en pequeñas explotaciones agrícolas, como se llegó a sugerir en algunos foros.

La producción ecológica, sin embargo, se caracteriza por su conciencia medioambiental, no por el irresponsable tratamiento del producto y si no utiliza pesticidas ni fertilizantes químicos, que contaminan aguas y suelos, sí asegura aguas limpias, y el apropiado tratamiento de nutrientes naturales en los sustratos.

En España, el cultivo orgánico se relaciona con el desarrollo agrícola sostenible y forma parte de las estrategias de incentivos de cultivo y se aplica con éxito a todo tipo de siembra de hortalizas y frutas.

Es orgánica también la carne, leche y derivados, y otras producciones agropecuarias si en su elaboración o crianza no intervienen aditivos artificiales.

Los cultivos orgánicos alimentan, además, la cada vez más extendida tendencia "slow food" (en contraposición de la 'fast food' americana), que, nacida en Italia, promueve el consumo de los productos de temporada y de siembra cercana.

Facilita, además, su "trazabilidad", garantía de seguridad para el consumidor, porque van del campo a la mesa, un eslogan comercial ya utilizado que describe bien el sistema.

Queda sólo definir bien el producto, el pepino español orgánico, para restaurar su credibilidad y la confianza de los consumidores que han esperado en este recién llegado verano su temporada de producción más alta.

El "tipo español", es un fruto pequeño, con una longitud máxima de 15 centímetros, de piel verde y rayada de amarillo o blanco.

Entre sus propiedades nutritivas destaca su elevado contenido de ácido ascórbico y, aunque en pequeñas cantidades, vitaminas del complejo B. Es rico en calcio, potasio y hierro y su valor energético promedio es de 14 kilocalorías por cada 100 gramos.

Su presencia en la gastronomía se remonta a los primeros cultivos de la India, hace más de 3.000 años, y su incorporación en las sociedades griegas y romanas, que lo introdujeron en Europa, de donde viajó a América, ya con Cristóbal Colón.

Imprescindible en gazpachos y ensaladas de verano, a pesar de la manida frase que le da poco valor, debe quedar claro que el pepino importa, y mucho.

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