Con la gran ofensiva iniciada por los insurgentes islamistas respaldados por Turquía, se ha reactivado el avispero de la guerra civil en Siria, que llevaba años congelado y donde cada parte tiene una potencia como valedora.
Este conflicto de más de 13 años comenzó con unas revueltas populares y derivó en una situación muy compleja, en la que muchos actores han pretendido repartirse el rompecabezas en el que se ha convertido Siria. Pero, ¿quién es quién en esta guerra multidimensional?
Insurgentes sirios, apoyados por Turquía
La operación iniciada el pasado miércoles, denominada "Disuasión de la agresión", es la más violenta desde 2020, y ha sido ejecutada por una coalición llamada "Mando de Operaciones Militares" liderada por el Organismo de Liberación del Levante que tiene un objetivo común: derrotar al Gobierno sirio de Bachar al Asad y recuperar las zonas perdidas durante las batallas de la última década.
El Organismo de Liberación del Levante es un grupo islamista cuyo valedor es Turquía y su principal bastión está en la provincia noroccidental siria de Idlib.
Antes no se llamaba así. En 2011, cuando comenzaron las revueltas populares contra Al Asad en el marco de la llamada "Primavera Árabe" , era el Frente al Nusra, la rama de Al Qaeda en Siria.
Su fervor ideológico islamista en ese momento no cuajó con muchos de los jóvenes que se alzaron contra el sistema de Al Asad. El Gobierno sirio acabó deteniendo, ejecutando, matando y expulsando al movimiento rebelde original.
No fue hasta 2016 cuando el líder del grupo, Abu Mohamed al Jolani -quien encabezó Al Nusra- decidió desvincularse completamente de Al Qaeda y escindirse con el nombre de Hayat Tahrir al Sham (Organismo de Liberación del Levante, en español). No obstante, el Gobierno sirio sigue denominándolo como Al Nusra.
Acercándose a Turquía, Al Jolani ha buscado legitimidad internacional y alejarse del extremismo ideológico religioso de Al Qaeda, que también había creado fricciones entre la miríada de facciones que operan en Idlib.
En esta nueva coalición, junto a Al Jolani, operan otros movimientos armados como Sultan Murad, o Yeish al Izza, apoyados por Ankara.
Sin embargo, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, ha asegurado que su país no está implicado en la ofensiva y que su país no lanzará "ninguna acción que pueda desencadenar una nueva ola migratoria".
Siria, apoyada por Rusia e Irán
En la otra cara de la moneda está el Gobierno sirio, que se ha visto sorprendido por la rapidez de esta ofensiva.
Con un Ejército débil, a Al Asad no le quedó más remedio para poder sobrevivir en 2015 que pedir la intervención de Rusia en el conflicto.
El precio a pagar fue abrir la puerta a Rusia en el mar Mediterráneo, donde tiene sus bases militares. Su intervención ha causado miles de muertes, incluidas civiles.
Ahora, es el actor que más está apoyando a Damasco con el lanzamiento de ataques aéreos y la defensa sobre el terreno.
Al Asad tiene otros grandes apoyos: Irán y su principal aliado, el grupo chií libanés Hizbulá. Éste, de hecho, fue el responsable de liquidar a la oposición en el terreno en la batalla de Alepo en 2015, aunque ahora sus capacidades están muy mermadas tras la guerra de Israel en el Líbano.
A diferencia de la anterior década, Al Asad cuenta ahora con el apoyo de la comunidad de países árabes tras ser readmitido en la Liga Árabe en 2023, pero que difícilmente entrarían en la batalla directa contra los insurgentes.
Kurdos, apoyados por Estados Unidos
Otra pieza de este rompecabezas es la de los kurdosirios, que dirigen una administración en el norte y noreste de Siria -separada del Gobierno sirio- y que están apoyados por Estados Unidos.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) -un paraguas liderado por kurdos pero que también auna grupos árabes- se han convertido en un actor importante en esta contienda por tener como enemigo a los turcos y a los movimientos insurgentes que apoya.
Durante la última ofensiva de Turquía en el noreste de Siria contra los kurdos en 2019, estos últimos pidieron la ayuda en el terreno del Ejército sirio -con quien también está enfrentado- y Rusia para detener el conflicto, lo que llevó a un acuerdo de alto el fuego turco-ruso.
Estados Unidos también se ha desvinculado de esta nueva batalla y ha dicho que "no tiene nada que ver con esta ofensiva, dirigida por Hayat Tahrir al-Sham, organización designada terrorista".
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