El Concurso del Ajo Campero de la Hermandad del Cautivo celebró este pasado fin de semana una de las ediciones más participativas que se recuerdan. Casi una veintena de participantes- 19 en total-, entre asociaciones, partidos políticos, particulares y empresas de procedentes de Chipiona y de la localidad vecina de Sanlúcar de Barrameda, presentaron su lebrillo en el Palacio de Ferias y Exposiciones, donde se desarrolló en esta ocasión por primera vez, teniendo en cuenta que el lugar de celebración habitual en el colegio Maestro Manuel Aparcero se había quedado algo pequeño.
La amplia participación en este concurso repercutió directamente en la exquisitez lograda de este plato tan tradicional, presentado a los miembros del jurado a través de muchas variantes diferentes. Cada uno de una forma diferente, pero todos unidos por un sabor espectacular. Los gustos, después de todo, responden a una decisión subjetiva de cada uno. Aunque el que consiguió poner a todos de acuerdo fue el que presentó Yovanka Muñoz, de Sanlúcar, que se llevó 150 euros de premio donados por Suministros Agrícolas José Bolaños como primer ajo clasificado. El segundo puesto fue para el grupo ‘Al son de mi ajo’ que recibió los 100 euros donados por Plásticos y Mallas Uribe. El tercero fue para Bar la Casa Vieja, que obtuvo los 50 euros donados por Construcciones Rudamar Chipiona S.L.
El evento finalizó con la degustación de la tradicional poléa de la Hermandad del Cautivo, aunque la junta de gobierno no quiso echar el telón definitivo sin mostrar su agradecimiento al apoyo del Ayuntamiento de Chipiona, así como a las empresas colaboradoras, los participantes y el público asistente en general.
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