Los daños tras la DANA en Málaga, ha dejado un panorama desolador en buena parte de la ciudad, debido a las intensas lluvias que descargaron en pocas horas. Las pérdidas ascienden a cifras multimillonarias, que todavía están siendo evaluadas por las autoridades.
Desde calles socavadas hasta mobiliario urbano destruido, la ciudad enfrenta un reto titánico para restaurar la normalidad.
Daños tras la Dana en Málaga: Mobiliario urbano y calles destrozadas
El impacto más visible del daño tras la Dana en Málaga se encuentra en las calles y plazas. El asfalto, incapaz de resistir la presión del agua, se hundió en numerosos puntos, generando peligrosos socavones que han obligado a cortar el tráfico en vías clave.
Las zonas más afectadas tras la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) incluyen el centro histórico y algunos barrios periféricos, donde el desbordamiento de arroyos y alcantarillas colapsadas agravaron el problema.
El temporal también dañó el mobiliario urbano, con bancos, papeleras y señales arrastrados o inutilizados. En el Paseo Marítimo, las pasarelas hacia las playas desaparecieron, dejando un paisaje caótico de arena y escombros.
Labores de rescate y limpieza
Tras el paso de la tormenta, los equipos de emergencia han trabajado sin descanso para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Los bomberos, junto a Protección Civil y la policía local, han llevado a cabo más de 200 intervenciones en apenas 48 horas.
Entre las acciones más comunes se encuentran el rescate de personas atrapadas en vehículos, la evacuación de viviendas inundadas y el aseguramiento de estructuras inestables.
Además, la limpieza de las calles es una tarea que está requiriendo un esfuerzo monumental. Cientos de operarios, apoyados por maquinaria pesada, han comenzado a retirar toneladas de barro, ramas y residuos acumulados en las vías públicas.
Sin embargo, el agua estancada en algunos puntos complica el avance, y las autoridades han advertido que el proceso podría extenderse durante semanas.
Inundaciones en sótanos y fosos de ascensores
Uno de los problemas más serios, pero menos visibles que dejaron los daños tras la DANA en Málaga, fueron las inundaciones en los sótanos de edificios y comunidades de vecinos; quedando garajes y trasteros anegados, causando la pérdida de vehículos, electrodomésticos y pertenencias de alto valor.
En este contexto, los
fosos de ascensores inundados representan una preocupación particular. Este tipo de inundaciones no solo paralizan el funcionamiento de los ascensores, sino que también generan riesgos eléctricos y estructurales.
Según expertos, el agua acumulada en los fosos puede dañar los sistemas de elevación y provocar corrosión en las piezas mecánicas, lo que eleva significativamente los costos de reparación. En Málaga, las empresas especializadas ya están trabajando a contrarreloj para drenar estos espacios y evaluar los daños.
Impacto económico y reconstrucción
Aunque todavía es pronto para calcular el impacto económico total, las primeras estimaciones apuntan a pérdidas de varios millones de euros. A esto se suma la angustia de cientos de familias que han visto cómo sus hogares y negocios han quedado inhabilitados.
Los comercios en el centro de Málaga, por ejemplo, reportan daños en mercancías y estructuras, especialmente aquellos situados en zonas bajas o con acceso directo desde la calle.
Por otro lado, el Ayuntamiento busca declarar la zona catastrófica para obtener fondos estatales y reparar infraestructuras, mientras empresas locales colaboran en la reconstrucción y los vecinos exigen soluciones rápidas para recuperar su calidad de vida.
Lecciones para el futuro
La DANA ha puesto de manifiesto las debilidades del sistema urbano frente a fenómenos meteorológicos extremos, que se prevé serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Una mejor planificación de infraestructuras, el mantenimiento de alcantarillados y arroyos, sistemas de drenaje eficaces y el uso de materiales resistentes al agua; se plantean como soluciones necesarias para proteger la ciudad y prevenir futuros desastres.
Por último, Málaga enfrenta un desafío monumental para superar los estragos de esta DANA. Si bien los daños materiales son cuantiosos, el espíritu solidario de los malagueños y la rápida acción de los servicios de emergencia están marcando la diferencia en este complicado proceso de recuperación.