El jarabe de arce, un edulcorante mínimamente transformado y rico en polifenoles, puede ejercer una acción y mejorar los parámetros metabólicos en modelos animales. Sin embargo, ningún ensayo clínico aleatorizado había investigado esto hasta ahora pese a que contiene más de 100 compuestos naturales, incluidos los polifenoles, que se sabe que previenen enfermedades en parte a través de sus efectos antiinflamatorio
Con el objetivo de conocer más sobre sus beneficios investigadores de la Universidad Laval y el Instituto del Corazón y los Pulmones de Quebec en Canadá analizaron su consumo en cuarenta y dos voluntarios de la zona metropolitana de Quebec, de edades comprendidas entre 18 y 75 años, con buena salud y con un IMC de 23 a 40.
Aunque se trata de un pequeño estudio se observaron varios beneficios, alguno sorprendió a los investigadores por inesperado. El principal descubrimiento de la investigación, que ha sido publicada en 'The Journal of Nutrition', fue que sustituir por dos cucharadas de jarabe de arce puro los azúcares refinados redujo varios factores de riesgo cardiometabólico en humanos.
"Sabemos, gracias a décadas de investigación, que el jarabe de arce es más que solo azúcar. Contiene más de 100 compuestos naturales, incluidos los polifenoles, que se sabe que previenen enfermedades en parte a través de sus efectos antiinflamatorios", ha señalado el doctor André Marette, y autor principal del estudio.
"Dado que la química fundamental del jarabe de arce es única, me pregunté si ingerir jarabe de arce en lugar de una cantidad equivalente de azúcar refinado afectaría de manera diferente la salud cardiometabólica y la microbiota intestinal en humanos. Los resultados fueron extremadamente alentadores. No esperaba ver tantas mejoras de los factores de riesgo en un período de tratamiento relativamente corto", ha añadido.
Los participantes sustituyeron el 5% de su ingesta calórica diaria (correspondiente a 2 cucharadas) de azúcares refinados por jarabe de arce canadiense o un jarabe de sacarosa con sabor artificial. Cada fase duró 8 semanas y los participantes cambiaron entre los grupos de jarabe de arce y jarabe de sacarosa después de un período de lavado de cuatro semanas. El diseño cruzado aseguró que el mismo sujeto de prueba fuera su propio control, consumiendo tanto placebo como jarabe de arce.
Los resultados primarios se centraron en la prueba de tolerancia a la glucosa oral, la PTGO. Los resultados secundarios incluyeron cambios en el perfil de lípidos en sangre, presión arterial, composición de grasa corporal (medida mediante exploración DEXA) y cambios en la composición de la microbiota intestinal.
"Los resultados prometedores de este primer ensayo en humanos nos brindan más razones para educar a los consumidores sobre los numerosos beneficios para la salud del jarabe de arce. Es realmente un 'edulcorante más inteligente' y una alternativa más saludable al azúcar refinado", ha afirmado el doctor André Marette, quien ha dirigido el estudio desde la Universidad Lavalo.
¿Cuáles fueron los beneficios de tomar dos cucharadas?
En primer lugar los participantes en el estudio vieron mejorar sus niveles de azúcar en sangre. Todos los que consumieron jarabe de arce puro tuvieron una mejor respuesta a la prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) que aquellos que recibieron un jarabe saborizado de azúcar refinado. Sus cuerpos manejaron mejor los niveles de azúcar en sangre después de comer (-50,59 frente a +29,93).
En segundo lugar, su presión arterial se redujo en los sujetos que consumieron jarabe de arce durante el ensayo. La presión arterial sistólica disminuyó significativamente en el grupo que consumió jarabe de arce (-2,72 mm Hg) mientras que aumentó ligeramente en el grupo que consumió sacarosa (+0,87 mm Hg).
"Reducir la presión arterial sigue siendo un factor importante para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los edulcorantes naturales, como el jarabe de arce puro, cuando se sustituyen por azúcares refinados, pueden ser parte de una solución integral para ayudar a prevenir enfermedades metabólicas", ha comentado Marette.
En tercer lugar se vieron beneficios que afectaron a la grasa visceral, que es la grasa profunda que envuelve los órganos internos del abdomen. Puede aumentar el riesgo de que una persona sufra problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, diabetes y accidentes cerebrovasculares. El ensayo con jarabe de arce demostró que la masa de grasa androide, la grasa en la región abdominal, disminuyó significativamente en el grupo que consumió jarabe de arce en comparación con un aumento en el grupo que consumió la solución de sacarosa (-7,83 g frente a +67,61 g).
Y, finalmente, el beneficio que más ha sorprendido a los investigadores es que mejoró la microbiota intestinal. Según señalan fue un "descubrimiento inesperado" ver como mejora los niveles de bacterias intestinales potencialmente beneficiosas y disminuye los niveles de bacterias intestinales potencialmente dañinas en los participantes que consumieron jarabe de arce.
El estudio ha mostrado una reducción de las especies de 'Klebsiella' y 'Bacteroides pectinophilus', que están vinculadas a la inflamación y los trastornos metabólicos, y el aumento del crecimiento de bacterias beneficiosas como 'Lactocaseibacillus casei' y 'Clostridium beijerinckii'.
Además, los investigadores recuerdan que dos cucharadas de jarabe de arce es una excelente fuente de manganeso (35%); una fuena fuente de riboflavina (15%); una fuente de calcio (2%), tiamina (2%), potasio (2%) y cobre (8%); y, además, contiene un 12 por ciento menos de calorías que el jarabe de maíz ligero. En comparación, el azúcar refinado requiere una gran cantidad de procesamiento y, por lo tanto, carece de cualquier valor nutricional real.
"La disminución combinada de estos factores de riesgo clave puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Comprometerse con cambios en el estilo de vida y pequeños ajustes en nuestra dieta diaria es importante y puede ser una herramienta poderosa para prevenir enfermedades futuras", ha añadido el investigador.
Aunque este estudio se limitó a una muestra relativamente pequeña (42 hombres y mujeres) y se llevó a cabo durante un período de tiempo relativamente corto, los resultados siguen siendo significativos. El próximo objetivo es realizar estudios más amplios con otras poblaciones para explorar cómo la sustitución de azúcares refinados por jarabe de arce podría afectar sus condiciones de salud específica.