El 80 por ciento de las personas trans y/o no binarias en España ha experimentado alguna situación de miedo o discriminación en el uso de servicios sanitarios a lo largo de su vida, según revela el estudio 'Transaludes: salud en personas trans y/o no binarias en España', liderado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
El estudio Transaludes, presentado este martes en el Ministerio de Sanidad, es el primero en España que analiza a nivel nacional el estado de salud, el uso de servicios sanitarios, el consumo de sustancias y las experiencias de discriminación en las personas trans y/o no binarias residentes en el país de 15 años o más edad.
Para ello, se han analizado las respuestas de 1823 personas a un cuestionario 'online' y anónimo. De estas, siete de cada 10 tenía entre 18 y 34 años, y la edad media de los encuestados fue de 26 años. El análisis descriptivo llevado a cabo a partir de los resultados ha dividido a los participantes en tres grupos en función de su identidad de género: transmasculinidades (34,9 por ciento), transfeminidades (22,8 por ciento) y personas no binarias (42,2 por ciento).
Sobre las situaciones de miedo o discriminación vividas al acudir a algún servicio sanitario, casi la mitad de personas que refieren haberlas sufrido señalan que no se habían atrevido a decir abiertamente en una consulta médica que eran una persona trans y/o no binaria. Asimismo, muchos denuncian haber sufrido transfobia y discriminación en la atención sanitaria, como recibir comentarios invasivos sobre su cuerpo, negarles el trato por su nombre y pronombres, o presionarles para someterse a un examen médico o psicológico dentro de consulta.
A su vez, el 11 por ciento expresa que su médico le había dicho que consideraba que ser una persona trans o no binaria era una enfermedad, lo que quiere decir que una de cada 10 personas había experimentado una patologización de su identidad. Como último dato de este apartado, destaca que el cinco por ciento de las personas trans y/o no binarias había sufrido agresiones verbales dentro de la consulta.
VIOLENCIA EN OTROS ÁMBITOS
En total, nueve de cada 10 personas encuestadas ha sufrido algún tipo de agresión alguna vez en la vida. En concreto, el 87 por ciento indica haber recibido comentarios ofensivos o insultos en persona y casi la mitad habían tenido lugar en los últimos 12 meses. El 62 por ciento denuncia haber recibido amenazas verbales y que atentaban contra su integridad física, habiendo ocurrido el 20 por ciento de ellas en el último año. Asimismo, la mitad de las personas había sufrido agresiones físicas alguna vez en la vida y el ocho por ciento en los últimos 12 meses.
Preguntados sobre si estas agresiones verbales o físicas habían afectado a su salud o bienestar, ocho de cada 10 personas denuncian secuelas que les han impactado en este sentido y casi la mitad de participantes declara que ha tenido pensamientos autolíticos (suicidas) como consecuencia.
En el ámbito de las relaciones de pareja, tres de cada cuatro denuncia haber sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja actual o de alguna del pasado. Fuera de este contexto, el 70 por ciento expresa que ha experimentado violencia sexual, correspondiendo casi la mitad de la muestra a bromas sexuales o comentarios ofensivos y tocamientos sexuales sin consentimiento.
Respecto a los episodios de violación, una de cada cinco personas señala haberlo sufrido o haber sufrido un intento del mismo y un 11 por ciento recalca que estas agresiones habían sido perpetuadas bajo los efectos del alcohol y o las drogas.
BARRERAS SOCIALES Y MIEDO A LA DISCRIMINACIÓN PARA VISIBILIZARSE
Por otra parte, Transaludes también ha estudiado los procesos de transición de las personas trans y/o no binarias. A este respecto, la investigación concluye que este colectivo se enfrenta a barreras sociales, así como a un sentimiento de miedo a la discriminación para visibilizar su identidad de género en todos los ámbitos de su vida, lo que incluye relaciones de pareja, amistades, familia o entorno laboral y educativo. Así, tan solo una de cada 10 personas se ha visibilizado completamente como persona trans o no binaria en todos los ámbitos.
Los mismos problemas afectan a aquellas personas que desean realizar el cambio administrativo de nombre, que más de tres de cada cuatro personas transbinarias había realizado frente al 30 por ciento de las personas no binarias, o de sexo registral, algo que sí han hecho más de dos de cada tres personas transbinarias, frente al 13 por ciento de las no binarias. El bajo porcentaje referido en este último aspecto se debe a que en España no está reconocido su derecho a tener un sexo registral acorde con su identidad de género.
Igualmente, este miedo a la discriminación, junto con barreras sanitarias tales como desconfiar de las consultas médicas o la complejidad del trámite, y las largas listas de espera, influyen a la hora de que las personas trans y/o no binarias decidan si transicionar médico-quirúrgicamente, que incluye transición hormonal y quirúrgica.
En este punto, cabe destacar que una de cada diez personas transfemeninas no realiza seguimiento médico de su transición hormonal, y casi un 30 por ciento indica como motivo para ello no tener derecho a la atención sanitaria. Esto conlleva riesgos, ya que entre el grupo de personas transfemeninas hay un 17 por ciento que señala que se inyecta hormonas sin receta médica.
Respecto a los procesos quirúrgicos, el informe apunta a que está teniendo lugar un desplazamiento de estas intervenciones a la sanidad privada, motivado por las largas listas de espera de la pública. Sobre esto, quienes realizan más la transición quirúrgica son las transmasculinidades (40 por ciento, seguido de las transfeminidades (30 por ciento), mientras que es menos frecuente entre las personas no binarias.
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