La primera parte fue una batalla táctica. El técnico gallego del Granada, Fabri González, demostró tener muy bien estudiado a su rival. No le importó cederle el control del juego al Celta y esperar atrás, con las líneas muy juntas, para buscar crear peligro al contraataque.
Y es que con el nuevo sistema de tres centrales y dos carrileros, los celestes pierden calidad en el centro, ya que su doble pivote es más defensivo que de construcción. Los jugadores del Celta movieron con criterio el balón, pero siempre muy lejos del área visitante.
La importancia de no encajar gol también ayudó a que ninguno de los dos arriesgase. Así, el Celta únicamente asustó al Granada cuando Quique de Lucas y Trashorras aparecieron; los visitantes cuando los errores de los jugadores celestes le permitieron salir al contragolpe.
Precisamente, de un fallo del central Andrés Túñez nació la mejor ocasión de la primera parte para el Granada, pero el potente disparo de Dani Benítez se marchó ligeramente desviado. Pudo tener otra en el minuto 37, pero el mediocentro Bustos, tras una gran galopada, evitó el contraataque rojiblanco.
En los últimos minutos del primer acto, el Celta se estiró. Un mal despeje de Iñigo López dejó un balón muerto en su área, pero el remate de Quique de Lucas se marchó cruzado. Poco después, en el minuto 42, Roberto se lució a sendos disparos de Trashorras y De Lucas.
Pero en el segundo acto el guión varió. Los dos equipos dieron un paso adelante, y eso fue suficiente para que el choque ganara en emoción. El Granada enmudeció Balaídos con un par de córners; el Celta lo intentó, una vez más, con disparos de Quique de Lucas y Trashorras.
Con el paso de los minutos, los de Fabri se dieron cuenta que los vigueses habían bajado una marcha. Era otro partido, mucho más abierto. El Granada pudo adelantarse en el minuto 67, pero el remate de cabeza de Siqueira lo evitó, casi en la línea de gol, su compañero Orellana.
El Celta estaba sufriendo, por lo que su técnico se vio obligado a mover ficha. Cambió al tridente ofensivo para ganar frescura con la entrada de Aspas, Abalo y Michu. Y vaya si la encontró.
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