Los animales han tenido un papel importante en la vida de los estadounidenses, y eso incluye a sus propios presidentes, que han llevado a sus fieles amigos a la Casa Blanca. Solamente Donald Trump y dos más en el pasado se negaron a tener una mascota, según se desprende de una exposición que abrió este viernes en Nueva York.
La Sociedad Histórica de Nueva York inauguró este viernes una peculiar exposición dedicada a las mascotas a través de los años, mimadas en la vida de muchos ciudadanos como animales de compañía, pero también han sido una figura central para la supervivencia, como medio de transporte o salvando vidas en guerras o desastres, como presenta la muestra.
En el caso de los mandatarios, han pasado por la Casa Blanca presidentes que guardaban un cocodrilo en la bañera, o una serpiente, o que tenían casi un zoológico, como Robert Kennedy, que guardaba un caballo, perros y conejos.
'Pets and the City' (las mascotas y la ciudad), que se mostrará hasta abril de 2025, hace un recorrido por la presencia de los animales en la vida de los neoyorquinos, desde los nativos americanos hasta la actualidad. Los ha habido protagonistas de series de televisión o cine, en portadas de revistas, en labores de rescate como el 11-s, como perros guías o usadas para publicidad, incluso en campañas electorales.
Así se muestran 'pins' o chapas con fotos de perros y mensajes como “I Bark for Obama (ladro por Obama), “Patas arriba por Biden” o Even my Dog is Waiting for Trump (Hasta mi perro está esperando a Trump). Aquí se recoge uno muy actual: “Childless Cat Ladies Vote (Las mujeres que no tienen hijos votan) en referencia a las declaraciones del senador y candidato republicano a la vicepresidencia JD Vance criticando a la candidata demócrata a la presidencia Kamala Harris, que no tiene hijos.
La exposición explora en general la historia de los neoyorquinos y sus compañeros animales durante los últimos dos siglos y medio, la relación en constante evolución entre ambos a medida que la ciudad se desarrolla, para lo que recurre a pinturas, fotos, documentos, videos y objetos.
“Muestra la evolución y dinámica entre los neoyorquinos y sus mascotas, una parte esencial de la historia de la ciudad y la cuenta desde los Lenape (una de las naciones indígenas actuales) y las culturas indígenas de hace tres siglos hasta la época moderna”, dijo a EFE la presidenta del museo, Louise Mirrer.
La exposición dedica secciones a perros, gatos, pájaros, peces, en forma cronológica. La primera parte recuerda que el perro fue esencial para los nativos para la cacería y fue el único animal que domesticaron.
También presenta un documento de cesión de tierras por parte de los nativos Hutton o Shawnee donde hay firmas de 1729 con pictogramas con imágenes de animales. “Estos pictogramas son muy, muy importantes. Nunca se habían exhibido”, comentó durante la presentación de la exhibición, la curadora Roberta Olson.
'Pets and the City' incluye pinturas donde aparecen niños hijos de familias acomodadas con animales, entre ellos la de una niña con un ciervo, un animal que según Olson significaba armonía y paz. “Los animales comenzaron a convertirse en miembros integrales de la familia, y esta tendencia se vio en los retratos familiares a lo largo del siglo XIX”, comentó.
Igualmente recuerda a los héroes de la Primera Guerra Mundial, como Cher Ami, una paloma mensajera que entregó un mensaje que salvó vidas a las tropas estadounidenses que estaban atrapadas bajo el fuego y que perdió una pata en esa misión y al Sargento Stubby, un perro que estuvo en varios frentes de batalla.
Incluye también la creación de leyes en contra del abuso de los animales así como de las organizaciones que les defienden como la ASPCA, y no podía faltar el Flaco, para cerrar la muestra, el famoso búho que escapó del zoológico del Parque Central y que murió el pasado febrero.
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