Marta Librero es bormujera de toda la vida, y el tiro con arco ha pasado de ser una curiosidad a una pasión que la ha convertido en una destacada figura en el Club Deportivo Arqueros de Bormujos "Todo empezó cuando mi entrenador, Miguel, me invitó a probar suerte con el arco", comenta Marta. Fue en un campeonato de Andalucía, donde ella inicialmente acudió solo para echar una mano, cuando tuvo su primer contacto con el deporte. “Miraba a los competidores y pensaba, ‘yo quiero hacer eso’”, recuerda con una sonrisa. Así, con apenas 16 años, comenzó su trayectoria en una disciplina que ya no es solo un hobby, sino una parte esencial de su vida.
Quienes llegan al club, siempre encuentran apoyo de los demás arqueros, en material, conocimiento o consejos. Aquí, además de competir, hacemos familiaAhora, con 21 años, Marta ha recorrido un largo camino y ha acumulado experiencia a nivel regional y nacional. Empezó en la categoría estándar, pero sus progresos la llevaron pronto a la categoría olímpica. “Fue un inicio complicado, especialmente con la pandemia, cuando entrenaba desde casa como podía”, señala. Sin embargo, al regresar a las competiciones, demostró su nivel: obtuvo el cuarto puesto en el campeonato andaluz, un logro que marcó su compromiso con el tiro con arco.
La temporada actual promete nuevos retos para Marta. Recientemente arrancó la liga andaluza y planea participar en campeonatos regionales y nacionales hasta febrero, con el objetivo de mejorar su posición en el ranking nacional. Paralelamente, como parte de la selección andaluza, su puesto en el ranking le permitirá competir en los campeonatos de España. Este compromiso no la aparta de su formación académica: estudia un grado superior en Educación Infantil, pues sabe que "vivir del arco es casi imposible en España". Pero su meta es transmitir su pasión a los nuevos talentos, entrenando a jóvenes en la escuela del club y colaborando en actividades de promoción deportiva.
Como parte de la directiva del club, Marta anima a los vecinos de Bormujos a acercarse al campo de tiro y conocer el deporte, donde además de técnica, se forjan amistades. Marta, quien a diario ayuda y entrena a sus compañeros, subraya que el tiro con arco es también una forma de liberar la mente. “Cuando tengo el arco en las manos, solo existe el arco”, afirma, describiendo cómo esta práctica le permite concentrarse y desconectar.
Para Marta, el tiro con arco no solo es un deporte, sino una familia. “Quienes llegan al club, siempre encuentran apoyo de los demás arqueros, en material, conocimiento o consejos. Aquí, además de competir, hacemos familia”, asegura. Marta invita a los bormujeros a conocer este deporte y sumarse al club para disfrutar de una actividad que, más allá de la precisión, enseña valores de respeto y compañerismo.
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