Marruecos lanza un plan de acuicultura en el desierto aprovechando las balsas de riego agrícolas en las zonas áridas del noreste del país para la producción piscícola, asi como cambiar las costumbres de una población local reticente a consumir pescado de granja.
El proyecto lo lanzó la Agencia Nacional de Agua y Bosques (ANEF) en la provincia de Jerada, a unos 60 kilómetros al sur de la ciudad de Uchda, en el noreste del país y fronteriza con Argelia, y está destinado a implantar en esta zona árida la cría de especies como la carpa plateada y la tilapia en los reservorios agrícolas existentes en la zona para optimizar la producción agrícola y acuícola y mejorar la seguridad alimentaria.
La acuicultura en aguas interiores es un sector poco explotado en Marruecos donde la producción se situó en 750 toneladas (trucha, carpa, tilapia y anguila) en 2023, pero el país puso en marcha últimamente una estrategia para promover el sector y que tiene como objetivo aumentar la producción hasta 25.000 toneladas en 2030.
Negocio rentable
ANEF organizó recientemente un acto para la entrega de alevines a pequeños agricultores de la provincia. Desde uno de los terrenos agrícolas de la localidad rural de Guenfouda (en la provincia de Jerada), uno de los beneficiarios recibió alevines de carpa plateada para sembrarlos en su depósito de agua de unos cientos de metros cuadrados.
El agricultor contemplaba a los técnicos en acuicultura vestidos con batas blancas mientras echaban agua del reservorio en un barreño de plástico con los alevines en un proceso de aclimatación antes de su cría con salabres en la balsa de agua.
Mohamed Badr Laamiri, jefe del departamento de pesca y acuicultura continental en ANEF, explica a EFE desde el lugar que el cultivo de la carpa plateada no supone ningún gasto para el agricultor, ya que es un pez resistente a entornos cálidos, se alimenta por filtración fitoplanctívora y ayuda a limpiar y mejorar la calidad del agua.
"Es una cría extensiva. La carpa puede limpiar el reservorio agrícola de las algas, y el agricultor no hará mucho esfuerzo para su cultivo. Lo único que va a hacer es cosechar el pescado en dos años cuando alcance dos kilos de peso", subraya.
Este pescado lo puede usar el agricultor para su consumo propio o comercializarlo, señala Laamiri que añade que ANEF va a crear en breve el Centro de Producción de Pescado y de Formación sobre los Oficios de Acuicultura Desértica en la región, que servirá como plataforma para la producción de alevines y la comercialización y envasado del pescado producido.
Laamiri añade que la agencia está promocionando también el cultivo de la tilapia en la zona, especie que resulta también más rentable para los agricultores de la zona.
Fuente de proteínas
Para Laamiri, el potencial que ofrece la acuicultura es interesante y supone unas inversiones de cerca de 25 millones de dirhams (2,3 millones de euros) repartidos en tres años, con el fin de impulsar el sector acuícola, crear empleo y satisfacer la creciente demanda.
Con este proyecto, ANEF quiere también cambiar la percepción de los habitantes -cuya dieta está basada en la carne- que cuando consumen pescado prefieren el capturado en el mar al dudar de la calidad de un pescado criado en entornos acotados.
Laamiri confía en que la situación va a cambiar: "en los años ochenta, la gente era también reticente entonces al consumo del pollo de granja. Hay que hacer mayor esfuerzo de comunicación para cambiar la percepción".
"El valor nutritivo de un pescado criado como la carpa y la tilapia es el mismo que un pescado procedente del mar. La única diferencia es que el primero cuesta menos y está al alcance de todos", asegura.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es