“Nos ponen nuevamente en ese papel secundario del que creíamos que habíamos salido"

Publicado: 31/10/2024
Hablamos sobre feminismo y reacción contra los derechos de las mujeres en una entrevista con Victoria Morales
Victoria Morales Ruiz, es feminista, es activista sindical y política de izquierdas y trabaja por la igualdad de las mujeres, y tiene muchas cosas que contarnos al respecto, como hizo en esta entrevista del espacio 7 Actualidad de 7 TV Andalucía, de la que reproducimos un extracto con las cuestiones que consideramos más interesantes.

No sé si ser feminista en estos tiempos de ataques a los derechos y más si son los de las mujeres, es todo un acto otra vez de valentía.

Pues sí. Es verdad que tenemos o vivimos en actualidad precisamente un avance reaccionario en las en las políticas feministas. Nosotras creemos que esos avances feministas en política que se han venido dando tienen esa reacción porque consideran que efectivamente el feminismo es ese movimiento emancipador que quiere poner la vida en el centro y precisamente cuando avanzamos en derechos feministas, es cuando viene la reacción de las derechas para, un poco, ‘ponernos en nuestro sitio’ según quieren para nosotras. Pero, efectivamente, se ve que la movilización feminista sigue avanzando y sigue reivindicando participar en todos los espacios.

Lo que pasa todavía hay muchos y muchas a los que hay que explicarles que feminismo no es lo contrario del machismo

Sí, sí. Es verdad. Y es importante también decirlo en cualquier espacio en el que participamos que, efectivamente, el feminismo es ese movimiento de las mujeres y los hombres que avanzan en derechos igualitarios, que al final la igualdad efectiva de hombres y mujeres se hace desde el feminismo, desde esa igualdad real por la que creo que todas deberíamos sentirnos interpeladas, hombres y mujeres, y precisamente para avanzar eh en la igualdad que hoy por hoy desgraciadamente no es real.

Porque, esto no es ir contra nadie, es ir a favor de eso, del trabajo por la igualdad ¿No? Efectivamente, nosotras lo que queremos es participar en todos los espacios públicos, privados, poner la vida en el centro y efectivamente acabar con un sistema patriarcal que está muy impregnado en nuestra sociedad. No, no somos ajenas, ninguna que la complejidad de nuestra sociedad patriarcal hace que romper todas esas estructuras en las que él ha tenido una posición beneficiosa de cara a cualquier ámbito de la de la vida, es una realidad, y hay que propiciar que se rompan desde los espacios públicos, desde los espacios institucionales, desde la vida privada y pública y efectivamente, esa igualdad no es ir en contra de nadie y creo que es de sentido común que todas y todos estuviéramos luchando en esa garantía de derechos para todas.



Lo que se parece claro es que siguen quedando muchas cosas por hacer

Siguen quedando muchísimas cosas por hacer. Antes hablabas precisamente de la reacción, o cómo se cuestiona el feminismo, incluso si el feminismo ha llegado a demasiados lugares, ¿No? Pero no hace mucho salían en encuestas, y es una realidad que no es así, son contundentes los datos tanto en políticas contra las luchas de la violencia machistas o contra las discriminaciones que vivimos en el ámbito laboral o económico o social.

Es verdad,  que en muchas ocasiones vemos como la violencia machista es esa punta del iceberg, destapa lo que es una realidad, que es lo más cruel, lo que nosotras consideramos que es terrorismo machista, que debería de ser una política de estado donde nadie debería estar ajena y ninguna institución debería posicionarse contra de articular todo tipo de instrumentos, todo tipo de herramientas y todo tipo de inversiones para acabar con esa lacra que son los asesinatos machistas. En este año llevamos treinta y siete mujeres asesinadas. Y de esas, siete han sido en Andalucía, de ellas, cinco, han sido en nuestra provincia. Y eso es esa punta del iceberg del que estamos hablando, pero por debajo hay otros tipos de violencias que se están dando en la sociedad que pueden pasar desapercibidas pero son tremendamente graves. Ha salido recientemente que han sido las denuncias en dos 2023 en la provincia de Málaga 304 denuncias por agresiones eh sexuales; y la macroencuesta de dos 2019 que elaboró el Ministerio de Igualdad hablaba de que solamente en este tipo de agresiones sexuales se atreve a denunciar el 8% de las mujeres, si solamente el 8% de las mujeres va a denunciar y estas han sido trescientas cuatro malagueñas, podemos estar hablando de miles de malagueñas que lo están que lo están sufriendo y sin embargo no se está dotando de herramientas reales para el abordaje, no tienen dónde acudir. Si no se atreven por miles de circunstancias, por miedo, porque temen ser juzgadas.

¿Por qué no tienen dónde acudir?

Porque a pesar de todas esas cifras, sin embargo, vemos cómo no se han implementado los centros de crisis veinticuatro horas que están recogidos en la Ley de Libertad Reproductiva y Sexual que es efectiva desde hace dos años y, sin embargo, en Málaga no tenemos ningún centro de crisis. Cuidado y habiendo dotación económica para ello, 12 millones de euros que vienen de la Unión Europea y, sin embargo, no se han dotado esos servicios que darían esa amplitud de de servicios.

Pero es que estamos hablando también de que existen en Málaga en torno a veintidós denuncias diarias por distintos tipos de violencia machismo, un hecho muy grave que se está dando en nuestra sociedad más cercana y no está obteniendo la solución, no se está dotando de herramienta y lo peor de todo es que habiendo capacidad económica y teniendo presupuesto, ¿por qué? Es lo que nos tenemos que preguntar todos. Y es lo que tenemos que denunciar todas. Y alzar la voz: ¿Por qué las políticas feministas para dar solución a esa problemática tan grave no se están queriendo? ¿Cuál es la voluntad que estáis pidiendo que tenga otro tipo de solución? y ahí, es donde está lo que íbamos al principio, que esa reacción efectivamente está dañando seriamente a las mujer y a la solución.

Hablemos de cómo influyen en la actualidad esas corrientes de opinión que se crean a través de las redes sociales, que dan refugio al odio y al acoso ¿No? Esto es complicado.

Eso es eso muy complicado y muy peligroso porque, efectivamente lo que se viene escuchando últimamente y es muy alarmante que precisamente es en las redes sociales donde se incrementan los acosos a las mujeres. Es en los espacios virtuales donde, bajo el anonimato, se están dando situaciones de acoso y de violencia a las mujeres y sobre todo a las jóvenes. Están viviendo en espacios virtuales donde no están seguras, están expuestas a la posibilidad de ser acosadas, y es tremendamente peligroso porque en nuestras mujeres jóvenes, que precisamente, en etapas en las que se está forjando su identidad, su autonomía, su seguridad, su capacidad de reacción, se las está mercantilizando y sexualizando y abusando bajo el anonimato. Eso al final hace que genere mucha más inseguridad en esa época que debería de ser precisamente de crecimiento en autonomía, en autoestima, entonces es una realidad que es no solamente peligroso sino que hay que hacer un abordaje serio y pedagógico. También desde la educación. ¿Cómo se participa en las redes sociales y de qué manera ¿No? Para no seguir intoxicando de ese esos condicionamientos que seguimos viviendo las mujeres y a través de las redes bajo el anonimato se hace muchísimo más peligroso.

No solo anonimato. Ha crecido la presencia de influyentes que directamente tienen un discurso misógino, machista, con millones de seguidores.

Totalmente, totalmente, efectivamente. Hay influencers absolutamente reaccionarios con miles y miles de seguidores donde ponen a la mujer en posición de ser un objeto y la propiedad de un hombre. Y cómo una mujer es valorada o debe de ser valorada o tener determinados valores absolutamente sujetos a al hombre, Y a la que se pide cubrir las necesidades de los hombres. Nos ponen nuevamente en ese papel secundario del que creíamos que habíamos salido hace décadas. Efectivamente existen corrientes que nos están intentando hacer retroceder al valor de la mujer que se conforma, que se queda en casa, que tiene unos valores de una familia clásica, donde nos relegan la toma de decisiones, donde nos impiden participar en espacios públicos, donde nos condicionan la vida a prácticamente maternal y poco más. Esa es la mujer muy bien vista y eso efectivamente, no deja de ser un peligro, porque es un retroceso brutal que nuestras jóvenes, que muchas de ellas están muy alertadas, y que tienen que tener más voz y  más espacio para denunciar que ese no es el espacio que nosotras queremos, que ese no es el espacio al que nos quieran relegar y que, por supuesto, lo que están es queriendo blindar sus privilegios condicionando nuestros derechos y nosotras no vamos a renunciar a ni un solo derecho.

Pero, también hay en redes sociales y a través de los nuevos canales mediáticos como los podcast o influyentes feministas. Por ejemplo se me ocurre Ana Bernal o espacios como Estirando el chicle donde sí se da otra visión y con el mensaje contrario.

Sí, bueno, efectivamente tenemos, que tener muchas voces, todas las voces en todos los sitios y en todos los espacios, efectivamente, y existen mujeres creando contenidos muy interesantes, precisamente desde los datos, desde la veracidad y la comprobación de esos relatos, ¿no?, que son absolutamente falsarios, que intentan dejar dudas y cuestionar que efectivamente las políticas feministas no sirven o son obsoletas o no son reales y necesitamos muchísimo de esos espacios. Esas mujeres valientes, que también sufren los acosos en redes y en muchas ocasiones, también lo denuncian, porque es importante que denuncien la cantidad de mensajes de odio que les llegan al ver que crean un contenido donde hablan de de las situaciones o de los avances que necesitamos en las políticas feministas y que defienden corrientes de situaciones que se van dando y hay que darle voz.

 

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