La muerte en pleno combate, luchando hasta su último aliento, del líder de Hamás, ha erigido la figura de Yahya Sinwar como un "héroe de la resistencia", llorado por grupos militantes del mundo árabe y la órbita palestina; mientras que Israel y sus aliados occidentales celebraron el fin de un "sanguinario terrorista".
La muerte hace una semana de Sinwar, quien tras dirigir más de un lustro la Franja de Gaza con mano de hierro y planificar detalladamente los ataques del 7 de octubre, había asumido en agosto el máximo liderazgo de Hamás, supone un golpe para el movimiento, tocado pero no hundido con su pérdida.
"Matar a los líderes de Hamás nunca frenó al movimiento, incluso lo hizo más fuerte porque supo blindarse ante estas circunstancias. El grupo no está dividido, tiene un liderazgo unificado sólido, por encima de figuras concretas", apunta a EFE Mustafa Barghouti, respetado político palestino al frente de la Iniciativa Nacional Palestina.
Hamás sugirió que la elección de su próximo líder podría postergarse a marzo, cuando estaban previstas elecciones internas, y delegará mientras las decisiones estratégicas a un comité directivo de cinco miembros, cuyas identidades no ha desvelado por seguridad, para no colocarlos en la diana de Israel.
"No sería la primera vez que Hamás mantiene en el anonimato a su jerarquía o no designe líder. Así ocurrió cuando el grupo estuvo sometido a mucha presión", como tras los asesinatos de su fundador, el jeque Ahmed Yasín, y su sucesor Abdel Azir ar Rantisi, con menos de un mes de diferencia en 2004, señala a EFE Haizam Amirah Fernández, analista especializado en Oriente Medio.
La propia elección de Sinwar en agosto era algo transitorio porque "era un hombre muerto y él lo sabía". "Era cuestión de tiempo que Israel lo matara", matiza.
Según Barghouti, Hamás no necesita ahora ensalzar la figura de un nuevo líder porque puede sacar rédito del aura de "héroe mártir" con la que murió Sinwar, el pasado 16 de octubre en Rafah, sur de la Franja, en enfrentamientos con las tropas israelíes, que no sabían que combatían contra el hombre más buscado de Israel y no lo descubrieron hasta la mañana siguiente.
Un vídeo difundido por el Ejército israelí de sus últimos minutos muestran a un Sinwar abatido, sentado en un sofá de un edificio en ruinas, sin una mano y envuelto en polvo. Fue captado por un dron de identificación israelí en un breve metraje que acaba con el líder islamista lanzando una mirada de odio y un objeto contra el aparato.
Israel publicó ese vídeo a modo de "trofeo de guerra" y para difundir una imagen de fracaso de Sinwar, pero logró justo lo contrario entre la población palestina. "Ahora es como su Che Guevara", considera Barghouti.
"Los gazatíes ya no están enfadados con Sinwar. Ahora solo responsabilizan a Israel de los estragos de la guerra. Incluso los que estaban en contra del ataque del 7 de octubre y no simpatizaban con su extremismo, ahora lo ven como un héroe que murió combatiendo la ocupación", explica.
Causa palestina
Hasta la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de la que no forma parte Hamás y que aglutina 18 facciones palestinas encabezadas por Fatah -eterno rival de los islamistas en la política palestina-, envió un insólito mensaje de condolencias tras la muerte de Sinwar, al que alabó como un "mártir" y "líder de la causa palestina".
La OLP no se pronunció con las muertes meses atrás del anterior jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, o de su jefe militar, Mohamed Deif; pero sí abrazó a Sinwar como nuevo símbolo de su causa.
"En la lógica de la resistencia, la muerte de Sinwar fue un martirio en la primera línea de batalla, como uno de más del pueblo. Incluso los palestinos que no simpatizan con Hamás, entienden que la alternativa ahora sería un gobierno militar de Israel. Ante eso prefieren a los islamistas, que al menos son palestinos", indicó Amirah.
Israel asegura que Sinwar ha pasado la mayor parte de la guerra escondido en túneles subterráneos en zonas civiles y rodeado de rehenes israelíes como garantía de vida, y que en el momento de su muerte iba en busca de un nuevo refugio en la zona humanitaria de Mawasi. Pero lo cierto es que su caída se produjo sin rehenes ni población civil cerca, lo que ha hecho que palestinos moderados lo vean con otros ojos.
"Su muerte supone un golpe a la moral de sus filas. Pero Hamás sobrevive, está diseñado para sobrevivir. Matas a Sinwar, pero surgen otros Sinwar", opina Michael Kobe, exoficial de inteligencia israelí que interrogó al líder de Hamás más de 180 horas mientras estuvo preso en Israel.
Aunque admite que Sinwar siempre tuvo "mirada de asesino", férrea determinación y gran capacidad de infundir terror.
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