–No pasa un día en que no piense en lo que ha pasado en la fase y rara es la noche en la que no sueñe con ello. Sigo con el cabreo y la sensación de injusticia, pero también analizando los posibles errores y aciertos que cometimos para hacer evaluación y que nos sirva para mejorar en el futuro.
¿Cuál fue el mejor y el peor momento de todos los que se han vivido en esta intensa fase?
–Ha sido una fase muy exigente a todos los niveles, donde cada día había una final y hemos vivido momentos muy intensos tanto dentro como fuera de la pista. Lo mejor y lo peor se dio en el último partido, en el que estábamos sufriendo mucho, siempre dos o tres goles abajo, y los jugadores siguieron esforzándose mucho para tratar de darle la vuelta al partido, jugando con una defensa muy abierta y el equipo realizó unos minutos finales épicos y logró el gol de la victoria, que después nos anularon inexplicablemente. Así que el mejor momento fue ese y seguidamente el peor por el desgraciado final. El equipo estuvo entregado hasta el último segundo para ganar y por cosa de otros no fue posible.
¿Le queda la sensación de que el PAN Moguer debería de haber estado en la fase final que se disputa este fin de semana?
–El desenlace de fase que tuvimos fue un final muy cruel y es una sensación que no nos merecemos nosotros ni nadie, porque dentro de la competición tomas decisiones que son correctas y otras equivocadas que forman parte del juego, pero hay situaciones que no puedes controlar y que son decisivas y las de los árbitros sin duda lo fue y no es cuestión de opiniones sino de números y ahí están las estadísticas y todo lo que hemos tenido que soportar, a pesar de lo cual hemos estado a punto de lograrlo. La sensación que tengo es que la suma de todo lo hecho nos daba para seguir luchando por el ascenso.
Desde una perspectiva más global, ¿qué nota le pone a la temporada?
–La nota hubiera sido de sobresaliente si hubiéramos logrado el ascenso, pero aún así es buena. La nota va en relación a los objetivos que nos planteamos y cuando me reuní con el presidente el primero que nos marcamos era introducir jugadores jóvenes y nuevos y hacerlos competitivos y realmente creo que lo hemos conseguido y con creces. Hemos sumado cinco jugadores que nunca han jugado en Primera Nacional y que con mucho esfuerzo y trabajo por su parte han adquirido un nivel de jugadores de primera. Además desde el principio hemos estado trabajando siempre con tres o cuatro jugadores de la cantera de cara a que el máximo número forme parte de la plantilla y luego están los veteranos, que han rendido a un nivel altísimo. La portería ha estado a un nivel espectacular. Max venía de un año no exitoso y la verdad es que la apuesta salió estupendamente y el resto de jugadores también han estado a un gran nivel. El objetivo inicial del ascenso no era el principal, pero conforme fueron pasando las jornadas y vimos el nivel de competición que tenía el equipo, vimos que se podía hablar de ascenso porque el equipo estaba capacitado para luchar por ese objetivo hasta el final. Los resultados de la liga han sido muy buenos y eso permitió que nos clasificáramos pronto para la fase. Además de competir logramos formar a jugadores y muchas veces es difícil hacerlo cuando se buscan resultados, pero lo conseguimos.
Con su llegada se abrió un proyecto pensado a largo plazo, ¿está asegurada su continuidad en el banquillo?
–No hemos hablado aún con la directiva. Cuando acordamos mi llegada se habló de un proyecto a medio largo plazo, pero revisando periódicamente la situación. La idea era ir introduciendo jugadores para en un futuro no muy lejano acometer el ascenso y resulta que ese proyecto ya ha dado sus frutos en la primera temporada. En mi caso tengo una situación complicada en casa, porque tengo dos niños pequeños, mi mujer trabaja fuera y eso exige un gran sacrificio por parte de los familiares directos y menos directos para poder llevarla adelante. No obstante, también te digo que aunque ahora que ha acabado la temporada y es un alivio no tener que coger el coche todas las tardes, también hubiera entrenado esta semana si hubiera podido, porque se echa de menos.
Vistos los resultados, ¿la plantilla de la próxima temporada debería ser muy similar a la actual?
–Mi opinión es que a la plantilla actual habría que darle mucha continuidad. Hay unos jóvenes que han demostrado muchas cosas y que van a seguir trabajando y unos veteranos muy comprometidos con el club y con mucha calidad que dan el máximo siempre, que son profesionales y viven el balonmano. Lo natural es que hubiera dos o tres cambios, pero la base del futuro de Moguer está ahí y creo que tiene mucho recorrido aún.
Cuando llegó al club tenía una gran experiencia en la base pero nada ninguna en categoría profesional como técnico, ¿en qué ha crecido más como entrenador?
–En el aspecto de dinámica de grupo, en llevar el grupo humano y todo lo que conlleva ser el líder de todo. Creo que lo he hecho bien y es un aspecto que me obsesiona cuidar y en el que he puesto mucha atención.
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