Rudy Fernández ha recibido un caluroso homenaje este domingo en el pabellón Tomeu Ferragut de Palma, donde el ya exjugador dio sus primeros pasos en la isla como jugador del San José Obrero y hoy estuvo acompañado por unas 500 personas, entre antiguos compañeros, autoridades, allegados y jugadores del club balear.
Ha sido un homenaje muy emotivo al que el exjugador del Real Madrid y de la selección española, entre otros equipos, se sumaron excompañeros como Marc Gasol y Álex Mumbrú, que participaron en el acto institucional con vídeos en los que ambos han mostrado el cariño especial hacia Rudy y el valor de la amistad que los une.
Acto seguido, dos personas muy cercanas e involucradas en su carrera profesional como Tolo Berrocal, antiguo director técnico de San José Obrero, y Carlos San Emeterio, compañero en categorías inferiores, han contado anécdotas pasadas y han mantenido una conversación con él.
Antes de la entrega de reconocimientos por parte de la Federación de Baloncesto de las Islas Baleares y del Govern balear, que le obsequiaron con una camiseta de la selección balear y un retrato, respectivamente, varios niños pudieron preguntarle curiosidades a un Rudy que se sinceró con ellos.
El mallorquín ha descrito lo que significa para él el baloncesto: “El baloncesto me ha dado mucha felicidad, momentos difíciles pero, sobre todo, cuando mi padre era muy exigente, nos inculcó a mi hermana y a mí que fuese una herramienta para desconectar y tener esa pelota, a la que considero mi mejor amiga, y conseguir esa estabilidad”.
La actual presidenta del Govern balear, Marga Prohens, intervino para poner en valor la figura de Rudy y la importancia que ha tenido en el desarrollo de las Islas Baleares.
Para finalizar, Rudy Fernández confesó en un discurso muy personal, entre lágrimas, el “orgullo” que siente de todo lo que ha conseguido, de llevar la bandera de las Islas Baleares por todo el mundo y, sobre todo, “el cariño recibido de todo el mundo”.
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