"Hasta ahora, las negociaciones no han culminado en una solución aceptable para ambas partes", según el Ministerio de Comercio chino
Las autoridades de China y la Unión Europea (UE) todavía no han alcanzado una solución aceptable para ambas partes ante las "importantes discrepancias" que siguen manteniendo sobre los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, advirtió el Ministerio de Comercio del país asiático.
"Desafortunadamente, la UE nunca ha respondido de forma activa a (...) las preocupaciones clave de las industrias y europeas, y todavía existen importantes discrepancias entre ambas partes. Hasta ahora, las negociaciones no han culminado en una solución aceptable para ambas partes", indicó Comercio en un comunicado publicado anoche.
Los negociadores chinos y europeos se han reunido hasta ocho veces para "consultas intensivas" en Bruselas desde el pasado 20 de septiembre, consiguiendo "importantes progresos" en algunas cuestiones, apunta el documento.
Pekín asegura haber mostrado "la mayor sinceridad y flexibilidad" al "escuchar en su totalidad" las exigencias europeas, "proponiendo soluciones pragmáticas y constructivas (...) en reiteradas ocasiones durante el proceso de consulta".
Ahora, las autoridades chinas esperan continuar con las negociaciones cara a cara en su territorio, habiendo extendido una invitación a la UE para que envíen a un equipo técnico "lo antes posible" al país asiático.
El objetivo de Pekín es "acelerar las negociaciones con una actitud constructiva para alcanzar una solución adecuada cuanto antes".
En el mismo comunicado, Comercio reclama a la UE que no lleve a cabo negociaciones sobre precios con fabricantes chinos de forma individual, al considerar que esto "socavará las bases de las negociaciones y la confianza mutua" y también supondrá una "interferencia" en las consultas bilaterales.
Según el ministerio, las automotrices que operan en China -incluyendo empresas europeas- han autorizado a la Cámara de Comercio de Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos a remitir a la UE un plan conjunto de compromiso sobre precios que "representa la posición general del sector".
"China espera que la UE demuestre su sinceridad y que se tome en serio las preocupaciones del sector", sentencia el documento.
Si bien las negociaciones continúan, la Comisión Europea (CE) confirmó el pasado día 4 que seguirá adelante con la imposición de aranceles a los eléctricos importados desde China, los cuales entrarán en vigor antes de que finalice el presente mes y durarán un máximo de cinco años.
En concreto, serán del 35,3 % al fabricante chino SAIC; del 18,8 % a Geely y del 17 % a BYD, según dijeron fuentes comunitarias.
También afectarán a las empresas occidentales que producen en China, como por ejemplo, la estadounidense Tesla, a quien se aplicará un arancel del 7,8 %, mientras que a otras que han cooperado con la Comisión Europea durante la investigación que ha llevado a cabo sobre los supuestos subsidios de Pekín a sus compañías, se les impondrá una tasa del 20,7 %.
En respuesta a lo que considera "proteccionismo descarado", Pekín ha abierto sendas investigaciones 'antidumping' sobre los lácteos y la carne de cerdo de la UE -esta última afectará especialmente a España-, y también ha impuesto medidas provisionales sobre el brandy, las cuales entraron en vigor este mismo viernes.