El pasado 1 de octubre entró en vigor el Nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, con el objetivo de aumentar el número de estos coches en España. Sin embargo, la normativa introduce ciertas limitaciones que han generado dudas entre los propietarios. Entre las principales novedades, se encuentra la prohibición de utilizar los vehículos históricos de manera habitual, restringiendo su uso a un máximo de 96 días al año. Esta disposición busca proteger el valor patrimonial de estos vehículos y evitar su empleo como medio de transporte cotidiano o para fines comerciales.
El reglamento sustituye a la normativa vigente desde 1995 y establece la creación de los Servicios Técnicos de Vehículos Históricos a nivel estatal, que se encargarán de acreditar que un coche puede ser considerado histórico. Con esta nueva centralización, se unifican los criterios, dejando atrás los laboratorios autonómicos que manejaban este trámite hasta ahora. Además, señala que estos coches no podrán utilizarse para actividades como el transporte público, obras o servicios agrícolas.
Una de las mayores incógnitas para los propietarios es cómo se controlará el “uso ocasional” de estos vehículos. Según el artículo 5 del reglamento, los interesados deberán presentar una “declaración responsable” en la Jefatura de Tráfico, en la que aseguren que respetarán el límite de 96 días al año. Sin embargo, la vigilancia de este compromiso podría resultar complicada en la práctica, ya que no existe un mecanismo claro de control para verificar si todos los propietarios cumplen con esta limitación. Por tanto, se apela al sentido común y la responsabilidad individual de cada dueño.
Además, el nuevo reglamento exime a los vehículos con más de 60 años de la ITV periódica, aunque los propietarios podrán someterse voluntariamente a la revisión si así lo desean. Lo mismo aplica para ciclomotores clasificados como históricos, que también estarán exentos de pasar la ITV. Este cambio alinea la normativa española con la de otros países europeos como Francia o Suecia, donde los coches antiguos quedan exentos de esta inspección tras cumplir los 50 años.
Para que un coche sea clasificado como histórico, debe cumplir ciertos requisitos: haber sido fabricado o matriculado hace al menos 30 años, y su modelo debe haber dejado de comercializarse. Además, el vehículo debe encontrarse en su estado original, sin modificaciones significativas en sus componentes principales. Los propietarios que deseen acreditar su coche como histórico deberán acudir a los nuevos Servicios Técnicos, donde se evaluará su idoneidad para obtener esta distinción.
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