El presidente de Cajasol se escudó en Banca Cívica para no revelarlo tampoco a la entidad
El director de Comunicación de Banca Cívica, Javier Blanco, ha desmentido que el presidente de Cajasol y copresidente del SIP formado por esta entidad, Caja Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias, cobre un millón de euros de sueldo, más otro millón por objetivos, cifra que han aportado fuentes de la propia entidad andaluza.
Según estas fuentes, el sueldo de Antonio Pulido al frente de Cajasol y Banca Cívica alcanzaría el millón de euros anual, más otro millón por incentivos, salario que también tendría el segundo copresidente, Enrique Oñi, con lo que la cuantía total entre ambos alcanzaría los cuatro millones anuales.
El director de Comunicación de Banca Cívica, Javier Blanco, desmintió en declaraciones a Publicaciones del Sur que el sueldo alcanzara esta cifra, aunque eludió en todo momento aclarar cuáles eran los emolumentos de Pulido argumentando que, aunque lo supiera, no iba a revelar esos datos “como tampoco lo haría si se le preguntara lo mismo a Abengoa”.
Tampoco lo reveló Pulido al propio Consejo de Administración, quien preguntado por uno de sus miembros contestó que al provenir de Banca Cívica, no procedía dar ese dato al Consejo de Cajasol, según han informado a este medio fuentes de la entidad.
Sobre la necesaria transparencia que deben tener los datos que afectan a una entidad con participación de instituciones públicas, el responsable de Comunicación de Banca Cívica aseguró que las cajas son entidades privadas aunque en sus consejos participen entidades públicas, por lo que es la propia asamblea la que aprueba los sueldos del equipo directivo.
Cuestionado sobre la posibilidad de que al sueldo inicial se unieran otras retribuciones derivadas de la presidencia o presencia como consejero en empresas participadas u otras instituciones como la CECA, Blanco también eludió ofrecer cualquier cifra.
La postura de Pulido desentona con los principios de Banca Cívica, en cuya web se hace gala de querer “mover los cimientos de la banca tradicional”, algo que harían aplicando “la transparencia a nuestra forma de hacer finanzas” e informando de “cuánto dinero ganamos con cada uno de ellos”.