El precio de la vivienda en Andalucía aún "no ha tocado techo" y se esperan nuevas subidas en la compraventa y el alquiler en la comunidad, donde harían falta construir unas 100.000 viviendas en la próxima década para absorber la demanda, 20.000 de ellas en Málaga, una de las provincias más tensionadas.
En una entrevista con EFE, la directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha pronosticado un complicado escenario en el mercado de la vivienda por la "grandísima" falta de oferta: "estamos a las puertas de una emergencia habitacional".
Andalucía es una de las comunidades, junto a Extremadura y Galicia, donde se dan extremos de precios debido a la disparidad de la demanda. Jaén, por ejemplo, es una de las provincias que "menor presión" soporta, y aunque ha llegado a máximos históricos en el alquiler, el mercado de la compraventa está "más equilibrado".
En el extremo opuesto está Málaga, donde el precio de la vivienda de segunda mano ha alcanzado en septiembre los 3.787 euros por metro cuadrado -por encima de la burbuja inmobiliaria-, un 19,9 % más que un año antes, frente a los 1.014 euros/m2 de Jaén (+2 %).
Una oferta que apenas ha crecido
La capacidad de atraer población extranjera de Málaga y su crecimiento demográfico también influyen. Al ser la demanda "tan intensa" y la oferta "tan débil", ya que no ha crecido prácticamente en los últimos diez años, "la dificultad está servida" porque "el desequilibrio hace que los precios se tensionen al alza", ha explicado Matos.
"La realidad del resto de provincias es también bastante difícil", ya que el mercado de la compraventa se ha "acelerado", de manera que es necesario tener más de siete años ahorrados para comprar una vivienda, y el del alquiler está "en máximos históricos" y el esfuerzo se sitúa por encima del 40 % del sueldo.
Además, Fotocasa prevé la vuelta al mercado de un 20 % de la demanda que aguardaba una bajada de los tipos de interés. "El que pueda comprar ahora, que lo haga, porque se estaría beneficiando de unas hipotecas más atractivas, de un euríbor por debajo de ese 3 %", así como de un precio "más bajo que el que podrán encontrar dentro de seis meses o un año", ha declarado.
En cuanto al papel de las administraciones para solventar esta situación, y el reciente anuncio de la Junta de Andalucía de medidas fiscales en los presupuestos, Matos ha dicho: "la problemática del acceso a la vivienda ya ha llegado a nuestros políticos".
Sin solución a corto plazo al déficit
"Falta tiempo pero creo que todos los niveles de administración tienen el foco puesto en solucionar el problema de la vivienda". No obstante, hay circunstancias como las trabas burocráticas o la carencia de mano de obra que hacen que "no se pueda construir de la noche a la mañana", por lo que "no tiene una solución a corto plazo".
"Venimos de unas políticas totalmente ineficientes; se ha dejado de construir vivienda social desde prácticamente hace diez años", un déficit al que se han sumado cambios legislativos, la transformación del mercado -con más personas solas y menos hijos, por ejemplo- y la salida de la pandemia, que ha "acelerado" esta situación.
La Ley de Vivienda "no ha conseguido los efectos deseados" para bajar el precio del alquiler, pues "al no consensuar las medidas" con los inquilinos y los propietarios, ha generado "un gran descontento", además de una "gran inseguridad jurídica", que ha hecho que la oferta se haya contraído en un 30 %.
Se ha producido "un gran trasvase" del alquiler residencial al turístico para "huir de limitaciones" de la ley, como el tope del 3 % de subida del precio al fin del contrato de alquiler.
A casa de los padres o un piso compartido
Han salido perjudicados los inquilinos, que tienen que "enfrentarse a unos grandes cástines" porque los propietarios, "si las garantías no se las da el Estado, las buscan ellos mediante subidas de precios, seguridad, avales, etcétera".
Si el mercado es complicado para los que están en el mercado de alquiler, lo es más para los que "intentan entrar", que en Málaga se encuentran con "muros de precios" de 1.200 euros al mes.
Ante este panorama, "una tendencia es desechar la idea de emanciparse" y volver a casa de los padres, o compartir vivienda, con un perfil medio de 35 años, "una realidad muy frustrante", ha apuntado.
También tiene repercusiones en los estudiantes o el mercado laboral. "El precio de la vivienda tan alto tiene como consecuencia una gran fuga de talento", tanto fuera de Andalucía como a otros países, según Matos, que ha añadido que el empleo incide a su vez en esta situación: la precariedad laboral les impide alquilar y comprar".
Respecto al papel de los promotores, ha opinado que "son parte de la solución, no parte del problema", ya que en la actualidad tienen "demasiadas trabas" como la escasez de suelo, la falta de mano de obra y la "excesiva burocracia".
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